Por el simple hecho de que ya sabemos lo que ocurrió, la P ascua es muy diferente para usted y para mí hoy, de lo que fue para M aría M agdalena y los demás seguidores de J esús. Dos días después de su crucifixión, según los medimos nosotros (tres, según los medían ellos), María Magdalena fue a la tumba donde estaba Jesús.
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