Como tengo un taller de costura, por lo general trabajo haciendo y cortando patrones de ropa, y la mayoría del tiempo, estoy sentada a la máquina de coser.
Un día, mientras estaba cosiendo, sentí un leve dolor en la región lumbar pero no le presté atención y seguí trabajando. Con el correr del día, el malestar se hizo más insistente hasta que llegó un momento en que se hizo muy difícil resistirlo.
A pesar del dolor, pude ponerme a orar como lo había hecho en otras ocasiones en que me vi frente a algún problema. Pero no encontré alivio. Entonces, llamé a una practicista de la Christian Science para que me ayudara mediante la oración. Ella me sugirió que leyera pasajes de la Biblia y de Ciencia y Salud para encontrar inspiración espiritual. Además, cuando le comenté que mi esposo estaba trabajando y mis hijos estaban en el colegio, me dijo que Dios nunca me había dejado sola, porque Él ocupa todo el espacio.
Al llegar la noche el dolor se intensificó. Como no podía dormir tomé un libro que contiene himnos de inspiración y me puse a leer uno que fue escrito por Mary Baker Eddy. La primera estrofa comienza diciendo: "Gentil presencia, gozo, paz, poder. Divina Vida tuyo todo es. Amor que al ave su cuidado da, conserva de mi niño el progresar". [Himnario de la Christian Science, N° 207]
Siempre les había cantado este himno a mis hijos cuando tenían algún malestar, y ahora esta lectura me dio a mí también mucha paz. Estas palabras me ayudaron a reconocer que Dios estaba presente cuidándome. Él es Vida y nosotros, siendo Sus hijos, no podemos dejar de estar bajo Su cuidado y amor.
Al poco tiempo, me sentí muy tranquila y el dolor desapareció. Me senté nuevamente a la máquina y pude terminar sin problemas un trabajo grande que tenía que entregar. Podría decir que la curación total ocurrió bastante rápido, en un par de días.
Esto me dio la oportunidad de compartir esta curación con mis amistades y decirles cuán agradecida estaba a Dios por esta maravillosa muestra de Su poder.
Lima, Perú
