Un gran afecto tenemos,
un único modelo perfecto,
un solo interés genuino:
la creación de Dios sin fronteras.
La Mente única expresamos
que no conoce violencia ni angustia
y une intereses diversos
con hermosos lazos de amor.
Sólo el Espíritu renueva,
sólo el Amor nos dirige
sólo es real la hermandad
y la mutua bendición.
Por eso damos las gracias
porque en comunión con el Perfecto,
vemos, oímos y comprendemos
que Su plan está trazado.
Y entonces afirmamos
repitiendo la voz del Principio:
"Sólo el Amor gobierna
y a la humanidad entera libera."