El estudio y práctica de la Ciencia Cristiana nos da las bases para comprender mejor nuestra relación con Dios, que es Vida.
Hace algunos años, antes de comenzar a estudiar esta Ciencia, yo siempre cuestionaba la razón por la cual las personas viven y mueren. Mas cuando empecé a leer Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, fue todo un reto para mí la siguiente declaración: “Cuando se aprenda que la enfermedad no puede destruir la vida, y que los mortales no se salvan del pecado o de la enfermedad mediante la muerte, esta comprensión hará despertar a una renovación de vida” (pág. 426). Percibí que cuando reconocemos que todos somos los hijos amados de Dios y buscamos entenderlo mejor como Vida, sentimos cambios radicales en nuestra consciencia y en nuestra experiencia.
Estamos siempre en el lugar correcto, pues vivimos en la Mente divina, en la consciencia de la Vida y del Amor inmutables, en los cuales sólo el bien se manifiesta.
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