Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Sobre la ley y los Mayas

Del número de noviembre de 2012 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En las ruinas mayas de Uxmal, al sur de Mérida, México, uno de los principales edificios de piedra es el Palacio del Gobernador. Al entrar, cuando los ojos se acostumbran a la penumbra interior, se pueden percibir otros recintos cuyas puertas tienen dinteles de madera perfectamente conservada. Esa madera tiene 1200 años de antigüedad.

Según los historiadores, para sus construcciones los mayas cortaban árboles en las noches de luna nueva. Los mayas sabían que en esos períodos la fuerza gravitacional de la luna, que estaba del lado opuesto de la tierra, atraía la savia en los árboles hacia abajo. Era la escasa cantidad de savia en los árboles lo que permitía que la madera durara por cientos de años sin echarse a perder.

Así, la práctica inteligente de una ley de la naturaleza permitía a los mayas resolver un problema de preservación y, en consecuencia, ser beneficiados.

La humanidad ha venido aprendiendo a través de los años que el conocimiento de las leyes y su práctica asegura buenos resultados.

Hoy en la Biblia muchos pensadores están encontrando leyes que desde tiempo inmemorial vienen trayendo dirección, salud y armonía a los que las practican. Estas leyes son espirituales y tienen su origen en Dios, el Amor divino. Muchos personajes bíblicos que adoraron a Dios por encima de todas las cosas encontraron salvación al poner en acción leyes espirituales.

Cristo Jesús, presentó dos leyes espirituales fundamentales que resumen todo lo que realmente es importante que hagamos: Amar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo (véase Marcos 12:29-31). Su obra de vida fue un ejemplo de estas leyes en acción y dejó muy claro que sus obras no eran de su logro exclusivo, sino que todos sus seguidores podrían llevarlas a cabo y sanar como él lo hizo.

Este número muestra cómo los que aquí colaboran han seguido el camino trazado por Cristo Jesús bajo la luz de la Ciencia Cristiana, y al practicar las leyes de Dios han logrado sanar, entre otras cosas, de dolor de oídos, de verrugas, de reumatismo, de herpes zóster y de distensión muscular.

Nos ha traído mucha inspiración preparar este material y esperamos que le traiga a usted abundante inspiración leerlo.

Con afecto,


Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / noviembre de 2012

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.