Había asistido a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana desde que tenía cuatro años, y ya había tenido varias curaciones mediante la aplicación de esta Ciencia. Vivo con mi madre en Frankfurt am Main.
Hace tres años, cuando estaba en noveno grado, nos informaron en la escuela que debíamos hacer una pasantía de tres semanas en una compañía o negocio. Para poder encontrar un buen lugar, nos habían pedido que comenzáramos a escribir solicitudes un año antes. Yo les había escrito a varias compañías que me interesaban, pero todas mis solicitudes fueron ignoradas o denegadas. Me sentía muy decepcionado porque estudio mucho y pensaba que mis solicitudes eran buenas. Todos mis amigos habían encontrado un lugar en muy poco tiempo.
Se suponía que cada estudiante debía encontrar una pasantía antes de las vacaciones de otoño. Yo continué enviando solicitudes, pero el día antes de que comenzaran las vacaciones, yo era el único estudiante de mi clase que no tenía una. Para los estudiantes que no encontraran un lugar, la escuela ofrecía la alternativa de trabajar en panaderías, carnicerías y lugares similares. Pero como este tipo de trabajo a mí no me interesaba, y no quería pasar las tres semanas de mi pasantía en una carnicería o panadería, esta no era una opción para mí. Todos mis amigos habían encontrado pasantías en las áreas que les interesaban.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!