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¿Es la enfermedad realmente un “error”?

Del número de agosto de 2013 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Publicado originalmente en el Christian Science Journal de Agosto de 2013.


 En Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, Mary Baker Eddy explica las ideas que encontró en la Biblia. Una de ellas es que la enfermedad es un “error”. Al referirse a la parábola de la cizaña y el trigo, donde lo que muere es separado de lo que perdura (véase Mateo 13:24–30, 36–43), ella define espiritualmente la cizaña como: “Mortalidad; error; pecado; enfermedad; dolencia; muerte” (pág. 595).

Pero ¿cómo puede decirse que la enfermedad es un error? Porque Dios es perfecto, el bien infinito, todo aquello que es desemejante a Él es ilegítimo y errado. El hecho mismo de pensar en cualquier enfermedad es fundamentalmente defectuoso, anormal y errado porque ese pensamiento supone que la enfermedad es legítima y real. Es la mente humana, no Dios, la Mente divina, que parece conocer la enfermedad. Por lo tanto, si bien la enfermedad parece y se siente como una “realidad” humana —y la persona que experimenta una enfermedad merece mucha compasión— en la medida que reconocemos que la enfermedad no es otra cosa más que un punto de vista equivocado al que no debemos temer ni compadecer, la superamos, demostrando la más alta compasión. Jesús fue un ejemplo de esto, al sanar la enfermedad y el pecado.

De acuerdo con la manera de pensar convencional, la enfermedad no se considera algo equivocado, sino una parte normal de la vida biológica. La Ciencia Cristiana enseña que la verdadera vida de cada uno de nosotros es la expresión o reflejo de la Vida divina, el Espíritu infinito, Dios, y que la voluntad de Dios para toda Su creación es sólo la armonía. Saber esto nos da el valor moral para no aceptar el temor ni ceder a la enfermedad, sino resistir y protestar contra ella mentalmente con autoridad moral. Esta protesta mental, una forma de oración, previene y sana la enfermedad.  

Es lógico preguntarse: “Pero, si la enfermedad es fundamentalmente errada, ¿es la persona enferma inmoral?” En realidad, ver o sentir que uno es una persona enferma es simplemente una forma tergiversada de vernos a nosotros mismos y a los demás. Ese punto de vista supone que Dios no es el bien infinito, que la enfermedad es la voluntad de Dios, y que Dios es incapaz de sanar. Estas suposiciones son totalmente erradas porque presuponen que Dios, el bien perfecto, no es supremo, no es la única realidad. Felizmente, podemos probar que esas suposiciones no forman parte de ninguna persona, manteniendo nuestro pensamiento en el punto de vista verdadero de que Dios y el individuo están siempre libres de cualquier enfermedad. 

En Lucas 4:39, leemos que Jesús reprendió a la fiebre de la suegra de Simón Pedro, y así la sanó, de la misma manera que reprendió a los espíritus malos y al clima destructivo (véase Mateo 8:26 y 17:18; Marcos 1:25; 4:39). De esa manera, probó que la enfermedad no podía venir de Dios y, por lo tanto, no tiene realidad, ni autoridad. 

Jamás dudes, querido buscador de la Verdad, que posees y puedes ejercer la misma autoridad moral que Jesús para corregir el error con la comprensión de la Verdad, incluso prevenir y sanar enfermedades.

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