Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. —Cristo Jesús
Esta es una orden muy directa ¿no es cierto? No obstante, ¿es este “nuevo” mandamiento diferente de los Diez Mandamientos que Moisés dio a la humanidad y que Jesús con tanto entusiasmo apoyó? ¿Es acaso diferente de la respuesta que Jesús dio a la pregunta que un buscador de la Verdad hizo en su época: ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? A lo cual Jesús respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39).
En lo que llamó el nuevo mandamiento, Jesús destaca dos específicos y vitales aspectos. Primero, la importancia de amarnos los unos a los otros de la misma forma en que él demostró su amor por nosotros. Un amor puro, generoso, perfecto, incondicional, espiritual, que refleja individualmente al Amor divino mismo.
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