En el Sermón del Monte, Cristo Jesús resume sus enseñanzas indicando cómo deben pensar y actuar las personas unas con otras y, principalmente, en relación a Dios. Entre sus numerosas enseñanzas, el Maestro dejó la siguiente: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).
Pero ¿qué es la perfección? ¿Y cómo es posible ser tan “perfecto” como el Padre? Por lo general, pensamos que la perfección es el estado en el cual no se tiene defecto ni anomalía alguna, es tener el grado más elevado de excelencia. Una figura geométrica es perfecta cuando no tiene ninguna distorsión; por ejemplo, un cuadrado, una esfera, un triángulo equilátero. También está la perfección de los elementos que no son físicos, tal como la belleza de un panorama o la armonía en la música.
Ver la perfección de Dios y el hombre destruye el mal y la enfermedad tan naturalmente y sin esfuerzo, como la luz destruye la oscuridad.
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