Si nunca te han hecho una “evaluación de tu desempeño”, tal vez no sepas lo que se siente cuando te enfrentas con la opinión que un gerente o tus colegas tienen de ti y de tu trabajo. En una ocasión, salí de una evaluación con una lista de 15 áreas en las que necesitaba mejorar. ¡Fue toda una revelación!
No obstante, como las correcciones que debía hacer me fueron presentadas con una actitud semejante al Cristo, con franqueza, y con el sincero deseo de que progresara, así como por el bien de la organización; sintiendo además que se había realizado una honesta evaluación de mi desempeño, lo tomé con mucho tesón e interés y empecé a hacer las reformas necesarias. Como consecuencia, fui bendecida instantáneamente.
Al darnos el evangelio del amor, Jesús demostró cuán importante es también decirles a otros cuando están yendo en la dirección equivocada. Piensa en los fariseos, o aquellos cambistas del templo que vendían sus mercancías.
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