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Etc.

Lectores responden a la invitación de Michael Pabst en el editorial “Etc.”, publicado en El Heraldo de la Ciencia Cristiana y en el Christian Science Journal de Octubre de 2013.

“Déjame ver ese libro”

Del número de febrero de 2014 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Estimados amigos:

Hace una semana, cuando me preparaba para atender nuestra Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana, me puse a orar para saber qué idea podía llevar conmigo. Abrí el Christian Science Journal de Octubre y al no encontrar un artículo sobre las Salas de Lectura, me sentí atraída por el título “Etc.” de la página 51.

Cuando leí la solicitud que Mary Baker Eddy hizo a la Junta de Directiva de La Iglesia Madre, me llené de asombro al recibir una respuesta tan inmediata y específica a la oración. No perdí tiempo alguno en compartir lo sucedido en nuestra reunión de testimonios de los miércoles.

Al responder a su pedido de comentarios sobre nuestra propia travesía espiritual desde que compramos Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por primera vez, trataré de ser breve: Recuerdo muy bien la noche en que tuve una larga discusión sobre religión con un estudiante de la Ciencia Cristiana. Me llevó a decir: “Déjame ver ese libro”. La expresión “amor a primera vista” es muy apropiada, ya que después de leer el Prefacio, sentí como que había vuelto al hogar. Al día siguiente, fui directamente a una Sala de Lectura, estudié la Lección Bíblica de la Ciencia Cristiana de esa semana, y asistí a un servicio religioso el domingo siguiente. Me sentí comprometida con esta enseñanza desde el momento en que leí la primera página de Ciencia y Salud. No sé cuánto tiempo me tomó comprar mi primer ejemplar, pero desde aquella noche años atrás, he comprado muchos.

Después que me casé, mi esposo (de formación ortodoxa) finalmente se afilió a la iglesia filial de la Ciencia Cristiana de la cual yo era miembro, tomó instrucción en clase de la Ciencia Cristiana, y posteriormente enseñó en la Escuela Dominical.

Tras el fallecimiento de mi esposo, me mudé a Boston y disfruté trabajar en la redacción de The Christian Science Monitor. Soy un miembro activo de mi iglesia filial, y mi gratitud por todos los trabajadores que se esfuerzan por traer soluciones sanadoras a un mundo necesitado, es cada día mayor.

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