Nota de la Redacción: Todos los años, The Christian Science Journal presenta a sus lectores los miembros del Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana que ofrecerán conferencias durante el próximo año de conferencias, que va de julio a junio. Les pedimos a los cogerentes de esta actividad, Heloísa Rivas y Chet Manchester, que nos dieran un anticipo del nuevo año de conferencias.
Heloísa: Este año, nuestra atención se centrará en algo que ha sido inherente a las conferencias de la Ciencia Cristiana desde un principio. Cuando Mary Baker Eddy puso en marcha el Cuerpo de Conferenciantes hace más de un siglo, ella le dio un rumbo claro en los Estatutos del Manual de la Iglesia (véase páginas 93-96). Básicamente, cada conferencia de la Ciencia Cristiana debía cumplir dos cosas: incluir “una respuesta verídica y justa a comentarios que se hagan en público condenando la Ciencia Cristiana, así como dar fe de los hechos relativos a la vida de la Pastora Emérita”. Al revisar muchas de las primeras conferencias sobre la Ciencia Cristiana, descubrimos que se centraban de lleno en cumplir con estos requisitos simples y precisos.
Chet: Las conferencias, tal como la Sra. Eddy las ideó, no eran simplemente charlas inspiradoras sobre la Ciencia Cristiana. Su propósito era dar un mensaje metafísico claro en respuesta a lo que la gente pensaba acerca de la Ciencia Cristiana. Por ejemplo, ella le aconsejó a Irving Tomlinson, uno de los primeros conferenciantes, que tomara “las preguntas que más predominaban en el pensamiento del público, y las respondiera sistemáticamente en la Ciencia” (L03643, La Colección Mary Baker Eddy, La Biblioteca Mary Baker Eddy). Y eso era precisamente lo que hacían los conferenciantes. Efectivamente, las conferencias servían como poderosos tratamientos de la Ciencia Cristiana para contrarrestar todo aquello que intentara impedir que el mensaje sanador de esta Ciencia fuera escuchado, comprendido y apreciado. Como bien dice un colega, cada conferencia de la Ciencia Cristiana “asesta un duro golpe” a los errores del pensamiento que deben ser tratados a fin de que la Ciencia Cristiana y su Descubridora sean mejor comprendidas y valoradas.
Heloísa: Las conferencias de la Ciencia Cristiana evolucionaron con el transcurso de los años y se pusieron en práctica distintos métodos para llegar al público y atraer gente nueva. A veces la atención cambiaba y se ofrecían conferencias de la Ciencia Cristiana sobre temas de preocupación, como la violencia, el desempleo, la identidad y muchos otros, y el impulso original de enfrentar los “comentarios que se hagan en público condenando la Ciencia Cristiana” no siempre era tan claro. Así que, a principios de este año, nos reunimos con todos los conferenciantes y pasamos tres días pensando y orando juntos acerca de nuestra misión. Identificamos muchos de los principales “comentarios que se hacen en público condenando la Ciencia Cristiana” actualmente, y cómo las conferencias pueden abordarlos más eficazmente. Y conversamos acerca del propósito fundamental de cada conferencia de la Ciencia Cristiana para darle al mundo una percepción correcta de quién es Mary Baker Eddy y del papel que desempeña por ser la persona que descubrió la Ciencia del Cristianismo. Como ella le dijo a uno de los primeros conferenciantes: “Lo único que la gente necesita para amar y practicar la Ciencia Cristiana es tener una percepción correcta de su fundadora. A medida que lo hagan, nuestra Causa progresará” (L13046, La Colección Mary Baker Eddy, La Biblioteca Mary Baker Eddy).
Chet: Un tema en particular surgía con frecuencia en nuestra conversación: la condenación pública respecto a la curación mediante la Ciencia Cristiana. Esto suele ser el resultado de la ignorancia acerca de qué es la Ciencia Cristiana y de cuánta curación ha traído a la gente en el último siglo. Algunos también se han esforzado por difamar o falsear intencionalmente la práctica de la Ciencia Cristiana porque apoyarse en medios espirituales para sanar va en contra de la naturaleza de otros sistemas. En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, la Sra. Eddy advierte sobre “los tristes efectos que se producen en los enfermos por negar la Verdad”, de lo que ella llama “ciertas condenas improcedentes”(Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 342). Es obvio que es necesario abordar el escepticismo y la animadversión contra la curación eficaz por medio de la Ciencia Cristiana. Y las conferencias son una vía poderosa para hacerlo.
Heloísa: Todos vimos la necesidad de ser mucho más directos al enfrentar en nuestras conferencias las implícitas condenaciones que se hacen contra la curación por medio de la Ciencia Cristiana. Y de hablar con una misma voz al respecto. Así que cada miembro del Cuerpo de Conferenciantes estuvo de acuerdo en comenzar a escribir conferencias nuevas y a revisar las actuales para exponer de manera clara y convincente el cómo y el porqué la Ciencia Cristiana sana con eficacia. Les estamos pidiendo a las iglesias filiales y a los Científicos Cristianos en todo el mundo que nos apoyen en este nuevo enfoque. Es otra manera de trabajar juntos para construir sobre “el fundamento espiritual de la curación-Cristo” (Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud, pág. 136), tal como se habló nuevamente en la Asamblea Anual.
Chet: En la Biblia hay una hermosa imagen del pequeño ejército de trescientos hombres de Gedeón, parados uno al lado del otro, poniendo al descubierto el fuego de sus teas y gritando a una voz. Muestra el potencial de lo que se puede lograr cuando unimos nuestros esfuerzos en torno a la guía inspirada de los Estatutos del Manual de la Iglesia. ¡El Cuerpo de Conferenciantes espera con ansias unir esfuerzos con las iglesias filiales y con las organizaciones de la Ciencia Cristiana para llevar a cabo este trabajo!
