Cuando oras, ¿te detienes un momento a escuchar? Para poder escuchar, es necesario callar. Es necesario silenciar el constante parloteo de los sentidos materiales, con todas sus limitaciones, enfermedades y comentarios vanos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!