Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Curación y desarrollo espiritual

Del número de febrero de 2015 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Original en alemán


Una experiencia que tuve hace algún tiempo, me enseñó una vez más en qué consiste la curación cristianamente científica: desarrollo espiritual, obtener una vislumbre más profunda de la realidad espiritual, y ampliar nuestra percepción del verdadero concepto del hombre.

En aquel entonces yo estaba sufriendo de una condición muy desagradable que en ocasiones me causaba un dolor tan intenso, que terminé por consultar con un médico, quien diagnosticó que era herpes, y cuyo tratamiento incluía la prescripción de píldoras. Transcurrió un mes sin que hubiera ninguna mejoría. Por el contrario, la condición había empeorado. Fue entonces que dejé de lado la medicina y recurrí de todo corazón a la oración cristianamente científica. Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, destaca en sus escritos la importancia de enfrentar toda pretensión de enfermedad con valentía y rechazarla con firmeza. Me di cuenta de que debía enfrentar resueltamente las sugestiones mentales que distraían mi pensamiento de la verdad espiritual, y trataban de desalentarme.

Y así lo hice. Llevé mi pensamiento al “abrigo del Altísimo”, y oré para morar “bajo la sombra del Omnipotente” (Salmos 91:1). En mi oración declaré con firmeza que Dios es omnipotente y omnipresente. La oración es comunión con Dios. Nuestra oración será respondida. Pero puesto que el lenguaje del Espíritu es espiritual (véase Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 117), las respuestas nos vienen en forma de inspiración e intuición espirituales. Vienen como ideas, que todos podemos recibir a medida que aprendemos a escuchar y a ser receptivos a ellas.

Dos puntos importantes en la curación son la persistencia y la sinceridad. Uno de los relatos en la Biblia que significa mucho para mí es la curación de Bartimeo, el mendigo ciego (véase Marcos 10:46-52). Cuando escuchó que Cristo Jesús estaba pasando por allí, comenzó a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” Y en lugar de sentirse intimidado por la gente que lo rodeaba y que le decían que se callara, él persistió en llamar a Jesús hasta que logró captar su atención. Cuando Jesús lo llamó, se puso de pie de inmediato, “arrojando su capa”. Con frecuencia me he preguntado cómo pudo haber arrojado su capa, puesto que era un mendigo y no le debe de haber resultado nada fácil conseguir algo así. Además, las noches en Medio Oriente son bastante frías, por lo tanto, la capa debe de haber sido importante para él. Sin embargo, él la arrojó al instante, y pienso que la capa simbolizaba aquello que estaba arrojando: su falso concepto de sí mismo; tal vez, su frustración por ser ciego, o su disposición de tolerar el sufrimiento. Esta inmediata sinceridad ilustra la esperanza que tenía de sanar. Y después de haber sido sanado de su ceguera, él siguió a Jesús, lo cual demuestra que su interés era mucho más profundo que la mera curación física, y que había tenido una vislumbre de la espiritualidad de Jesús, la cual manifestaba la presencia del Cristo. Esta espontaneidad expresada por el hombre ciego, es lo que siempre me conmueve cuando leo esta historia. Él no se había dado por vencido. Estaba lleno de esperanza. Su anhelo por la vida, su deseo de obtener comprensión espiritual, libertad, eran poderosos y fue lo que propulsó la fuerza de su voz, y le dio el impulso para ponerse de pie de un salto.

Dos puntos importantes en la curación son la persistencia y la sinceridad.

También es interesante señalar, que Jesús no se acercó a Bartimeo; esperaba, en cambio, que Bartimeo tuviera la disposición de acercarse a él. Y como mencioné antes, esta sinceridad es un requisito crucial para la curación.

En el tomo 7 de The Interpreter’s Bible encontramos el siguiente comentario sobre el versículo 50: “Bartimeo no dobló su capa nítida y cuidadosamente, y le dijo al que estaba junto a él: ‘Por favor, cuida esto un minuto. Enseguida vuelvo’. Él la arrojó al suelo, y de un salto se puso de pie.

“Tal impetuosa respuesta a las palabras ‘te llama’ es algo que necesitamos grandemente. Somos tan cuidadosos respecto a ‘saltar’, … Nos gusta mirar antes de saltar. Así que, con frecuencia, después de mirar, no saltamos de ninguna manera. A este mendigo ciego no le importaba para nada su capa. La olvidó, porque lo embargaba una gran esperanza y una gran confianza. ¿Somos tan cuidadosos de nuestros vestidos o de nuestros intereses cualesquiera sean, que no logramos [sentir] el [impulso espiritual] y la alegría del impetuoso discipulado? ¿Pegas un salto ante las palabras ‘Te llama’?”

Gradualmente, mi temor por la evidencia física y el dolor retrocedió, y el dolor disminuyó hasta que la enfermedad con todos sus síntomas se disolvieron en la nada.

Gracias a esta experiencia mi confianza en la curación espiritual se ha fortalecido enormemente, y siento profunda gratitud por la Ciencia Cristiana. “Todo lo que guía espiritualmente el pensamiento beneficia la mente y el cuerpo”, leemos en Ciencia y Salud en la página 149).

En síntesis, la curación en la Ciencia Cristiana siempre consiste en el desarrollo espiritual, en obtener un discernimiento más profundo de la realidad espiritual, y en expandir nuestra percepción espiritual. Cuando nos tomamos un momento para poner el pensamiento de acuerdo con el Principio divino, reconociendo que el hombre es la expresión directa de Dios, despertamos del sueño material. No obstante, un punto importante es que no debemos acompañar nuestra oración con la duda, sino con la certeza absoluta de su eficacia y poder. Desde este punto de vista, ¡cada curación en la Ciencia Cristiana es una inmensa bendición!

Margret Ullrich, Berlín

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / febrero de 2015

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.