Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

No hay indisposición en la creación de Dios

Del número de junio de 2015 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Original en portugués


Un mañana, a principios de 2014, me desperté con un leve dolor de cabeza. El dolor no era tan fuerte, y no le presté mucha atención. Salí y estuve haciendo algunos trámites con un amigo. Sin embargo, cuando llegamos a su casa, el dolor de cabeza era muy fuerte. En realidad, me sentía tan indispuesta que pensé que me iba a desmayar.

Me senté en el sofá y le pedí a mi amigo que me ayudara por medio de la oración en la Ciencia Cristiana. Hablamos acerca de qué es el hombre, el término espiritual genérico para todo hombre y mujer. En Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, Mary Baker Eddy plantea la pregunta: “¿Qué es el hombre?”, y responde: “El hombre no es materia; no está constituido de cerebro, sangre, huesos y otros elementos materiales. Las Escrituras nos informan que el hombre está hecho a la imagen y semejanza de Dios. La materia no es esa semejanza. La semejanza del Espíritu no puede ser tan desemejante al Espíritu. El hombre es espiritual y perfecto; y porque es espiritual y perfecto, tiene que ser comprendido así en la Ciencia Cristiana. El hombre es idea, la imagen, del Amor; no es el físico” (pág. 475).

Estas ideas simplemente inundaron mi consciencia. De inmediato me sentí mejor y pude razonar con mayor claridad. Empecé a pensar acerca de la creación de Dios. Me llegó al pensamiento muy claramente que la creación divina no es algo que ocurrió en el pasado y quedó librada al gobierno de las leyes materiales. En realidad, la creación de Dios es una revelación constante de lo que Él sabe de Sí mismo, y Dios es el que todo lo ve y es omni-acción. Puesto que Dios es bueno y es Espíritu, entonces todo lo que Él ve es el desenvolvimiento de Su totalidad, que se expresa continuamente en ideas espirituales, puras y perfectas. Cada uno de nosotros es una idea de Dios. Entonces pensé: “¿Cómo puedo creer que estoy hecha de materia? Yo soy una idea de Dios, yo soy espiritual. Dios me ve, ahora mismo y siempre, pura, perfecta e inocente”. Por lo tanto, no podía estar manifestando en ese momento —y nunca podía manifestar— nada que no fuera la expresión misma del bien. Yo también sabía que mi amigo estaba orando por mí.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / junio de 2015

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.