No hay duda de que todos estamos pendientes de la economía. Su influencia es tan grande, que muchos nos sentimos impulsados a orar a diario por ella.
Al orar podemos hacerlo de la misma forma que oramos para sanar una dolencia física en la Ciencia Cristiana. Comenzamos con Dios, el Principio divino que gobierna todas las cosas, y esto incluye nuestra vida individual, y a todos los hijos de Dios colectivamente.
Esta oración consiste en reconocer que somos espirituales. Vivimos en Dios, en la Vida, la Verdad y el Amor. Y estamos gobernados con todo amor y justicia por el Principio divino. Por lo tanto, esta realidad espiritual ya es completa, satisfactoria y con abundancia plena.
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