Ante la violencia urbana y los ataques terroristas que están ocurriendo en diferentes partes del mundo, me he dado cuenta de que necesitamos tener muy presente la verdad espiritual del gobierno supremo que ejerce el Amor divino sobre todo, de manera de que podamos ayudar a apoyar y proteger a individuos y naciones, y que no sean sobrecogidos por el mal.
Me gusta orar con las ideas de una historia de la Biblia acerca de dos países que una vez, hace muchos siglos, estaban en guerra (véase 2º Reyes 6:8–23). En aquella ocasión, Siria estaba en guerra contra Israel, pero el profeta Eliseo advirtió al rey de Israel, diciendo: “Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí. Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse”. Siguió la indicación del profeta, y así Israel estuvo protegido de los ataques que planeaba Siria.
¿Acaso esta comunicación ocurre aún hoy? ¿Es que Dios nos protege de las amenazas del mal? ¡Sí! Hoy, y siempre, es posible discernir las intuiciones espirituales que provienen de Dios y nos protegen, puesto que emanan de la Mente única, Dios. Como afirma Mary Baker Eddy en su libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “La intercomunicación es siempre de Dios hacia Su idea, el hombre” (pág. 284). Estos mensajes divinos nos guían individualmente y protegen a otros también.
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