Como se indica más arriba, Mary Baker Eddy definió claramente la misión de cada una de las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana, pero las numerosas razones que la impulsaron a publicarlas son dignas de consideración. Por eso, cada mes, el Journal, el Sentinel y El Heraldo explorarán, en esta columna, las importantes razones por las que estas publicaciones son necesarias hoy.
Una de las primeras preguntas es esta: ¿Por qué el público necesita saber acerca de la Ciencia Cristiana? Bueno, he aquí una de las razones que la Sra. Eddy dio cuando empezó el Journal —razón enormemente amplificada por la velocidad y la proliferación de los medios de comunicación de hoy en día: “Al hojear los periódicos del día, es natural que uno reflexione que es peligroso vivir, pues el aire mismo parece estar tan cargado de enfermedades. Estas descripciones infunden en muchas mentes temores que, en alguna época futura, se exteriorizarán en el cuerpo. Una publicación periódica de nuestra propiedad contrarrestará en cierta medida el daño causado al público; pues, por medio de nuestro periódico, al precio a que lo publicaremos, podremos llegar a muchos hogares con un mensaje sanador y purificador” (Escritos Misceláneos 1883-1896, pág. 7).
Barbara Vining
Redactora en jefe
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