Un practicista de la Ciencia Cristiana recibió un llamado para que fuera a la casa de alguien que no se sentía bien. La sufriente era Lectora de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico. Estaba convencida de que debido a eso ella era el blanco del odio que la mente mortal tiene hacia la Verdad. Según parece, al practicista le resultaba imposible persuadir a la paciente de lo contrario. Finalmente el practicista dijo: “Muy bien, si usted tiene que ser un blanco, sea el blanco. Pero, por el amor de Dios, sea un blanco fuera del alcance del tiro”.
¡Un blanco fuera del alcance! ¡Esto plantea tantas perspectivas! Estar fuera del alcance significa que no se puede llegar a él, que está más allá de los dardos del agresor. El ave no tiene más que extender sus alas y remontarse a las alturas celestes para estar más allá del alcance de un tirador certero.
¿Podemos acaso estar tan libres y liberados de cadenas como el ave? Por supuesto que podemos. La amada Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, al indicar la libertad inherente del hombre, escribe en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “Tarde o temprano aprenderemos que las cadenas de la capacidad finita del hombre son forjadas por la ilusión de que él vive en el cuerpo, no en el Alma, en la materia, no en el Espíritu” (pág. 223). Las cadenas forjadas por la ilusión, son ilusiones, no realidades.
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