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Contemos nuestras bendiciones

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 26 de noviembre de 2020


Cuando era pequeña, nunca nos perdíamos el servicio del Día de Acción de Gracias de la Iglesia de Cristo, Científico, a la que asistía nuestra familia. No era raro que ese servicio religioso fuera un acontecimiento muy conmovedor, y todavía lo es, ya que muchos de los que asisten agradecen en voz alta por sus bendiciones, tales como encontrar un hogar o un trabajo, experimentar una curación física a través de la oración o tener buenos amigos y vecinos. También hay testimonios acerca de los cambios de actitud y de carácter —como superar temores o la ira, o hacer esfuerzos para ser más pacientes, honestos o sabios— los que han significado mucho más aún.

También he escuchado testimonios de algunos que enfrentaron desafíos sumamente difíciles, tales como la repentina pérdida de un ser querido, bancarrota, delitos, defectos morales, enfermedades graves. La gratitud de esas personas pareció ser la más profunda de todas, no por las pérdidas o el sufrimiento, sino porque esas dificultades los obligaron a emprender una intensa búsqueda de respuestas en la oración sincera y al escuchar humildemente a Dios en busca de dirección y esperanza. Se podía ver que esa búsqueda de significado y consuelo era más importante que cualquier otra cosa. Así que su gratitud estaba dirigida directamente a Dios por Dios y por el amor y la bondad que son la naturaleza misma de la Vida y el Espíritu divino omnipresentes.

Vivimos en una época en la que mucha gente está enfrentando las situaciones más difíciles que hayan tenido que enfrentar jamás, cuando el dolor aparentemente está en todas partes y parece irrazonable expresar gratitud. No obstante, este ha sido también un año en el que se ha manifestado la valentía y el altruismo más extraordinarios: increíble generosidad y amor, extraños salvando la vida de extraños, cantantes de ópera dando serenatas a los vecinos en cuarentena, la Torre Eiffel ofreciendo un espectáculo nocturno de luces para agradecer al personal de los servicios de emergencia, y maestros de escuela y padres descubriendo renovada creatividad y perseverancia al ayudar a los niños.

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