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Alegre expectativa

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 26 de diciembre de 2022


Una mañana de invierno, mi esposo y yo estábamos pasando un rato tranquilo en la sala de estar antes del desayuno. Yo trataba de ponerme en un estado de ánimo positivo respecto al día siguiente, pero me resultaba un fastidio hacerlo, y mis pensamientos seguían vagando, sin entusiasmo, hacia mi lista de tareas pendientes. 

Mientras tanto, cada vez que uno de nosotros se movía en el asiento o se levantaba por cualquier motivo, nuestros dos perros se paraban de un salto meneando la cola y con los ojos brillantes, sonriendo como hacen los perros; claramente a la espera de que su desayuno llegara temprano ya que estábamos levantados. Mientras los observaba durante la siguiente hora, me di cuenta de lo diferentes que eran sus expectativas del día de las mías. Yo estaba tratando de sentir una alegre anticipación, y ellos simplemente lo estaban haciendo.

Sospecho que muchos de nosotros podemos identificarnos con la frustración de esforzarnos por sentir alegría, amor, perdón o algo que no sea la negatividad que podamos estar experimentando. A menudo, parece que tenemos buenas razones para aferrarnos a las emociones negativas, e incluso disfrutar regodeándonos en ellas. Y entonces podemos agregar el sentimiento de culpa a nuestra carga. 

Sin embargo, no necesitamos ser víctimas indefensas de los sentimientos que nos invaden sin nuestro consentimiento. La Ciencia Cristiana nos muestra que nuestro estado mental proviene de los pensamientos que decidimos albergar, y siempre podemos elegir mejores pensamientos que se basen en una comprensión clara de Dios y nuestra relación con Él. 

La Biblia comienza con esta declaración: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Continúa describiendo la creación con más detalle, incluso al hombre hecho a la imagen y semejanza de Dios. Luego resume: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1: 1, 31). ¡No dice que Dios creó algunas cosas buenas y otras no tan buenas! 

Mary Baker Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana, estudió la Biblia con diligencia durante muchos años para entender la verdad acerca de Dios y Su creación del todo buena y cómo esta se relaciona con las numerosas curaciones reportadas en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Encontró que al comprender y aferrarse al sentido real y espiritual de Dios y de lo que somos como Su reflejo, ella y sus estudiantes podían sanar sistemáticamente como Cristo Jesús lo hizo. 

Su sermón La curación cristiana nos instruye: “Dios es Todo, y está en todo: eso pone fin al argumento que sostiene que la existencia tiene un lado bueno y un lado malo. La Verdad es lo real; el error es lo irreal. Cuando parezca agobiaros algún pesar, comprenderéis la importancia de esas palabras si miráis el lado bueno; pues el pesar sólo dura por una noche, y la alegría viene con la luz” (pág. 10). 

A veces puede parecer que es mucho trabajo mirar más allá de la imagen oscura transmitida por los sentidos materiales y ver solo el bien, pero es exactamente entonces cuando necesitamos reconocer que el mal no es una realidad. Es una impresión errónea que proviene de una visión limitada y material. Lógicamente, si todo lo que es real es bueno, entonces cualquier sugestión de que no podemos sentir o experimentar el bien no es válida, y podemos reconocer su falsedad y abandonarla. 

En esa fría mañana de invierno, cuando estaba trabajando duro para esperar algo bueno al día siguiente, mis perros me mostraron cuán natural es esperar el bien cuando no tenemos duda de que somos amados y cuidados. Al saber que nuestro divino Padre-Madre siempre nos provee de lo necesario, podemos poner en práctica esta confianza todos los días, como lo hice recientemente después de que murió nuestro gato. 

Quería conseguir otro gato, pero después de escuchar historias sobre los desafíos de adoptar una mascota, tuve la tentación de aceptar que encontrar el gato adecuado para nuestro hogar sería difícil. Comencé mi búsqueda mirando sitios en Internet de rescate de animales. Mientras llenaba solicitudes y publicaba en las redes sociales, esperaba obstáculos y desafíos, y eso fue exactamente lo que obtuve. Por un lado, me inundaron las respuestas sobre todo tipo de gatos que necesitaban hogares, pero por el otro, hubo una falta de respuesta cuando seguí con preguntas específicas. 

Después de unos días, finalmente me di cuenta de que necesitaba confiar la situación al cuidado de Dios. Necesitaba orar para ver que cada elemento de ella ya estaba establecido en la Mente divina y, por lo tanto, debía evidenciar la bondad de Dios. Me quedé callada y escuché para recibir la inspiración de la Mente divina, Dios. 

Comencé a ver una imagen mental del gato perfecto; en realidad, dos gatos machos grandes. A la mañana siguiente, recibí un correo electrónico solicitando que llamara a una mujer sobre un gato en particular. Hice esa llamada y descubrí que ella estaba buscando un hogar para dos gatos machos grandes que habían pertenecido a su hermana, quien había fallecido recientemente. Quedó muy agradecida de que yo los aceptara a los dos. 

Unos días más tarde, estos dos hermosos gatos no solo fueron entregados a nuestra casa, sino que vinieron con todos sus suministros, incluida la comida y la arena sanitaria para varios meses. ¡Qué maravillosa lección sobre cómo esperar con alegría que Dios nos bendiga!

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