Cinismo. Política. Elecciones. Estos tres temas parecen estar constantemente entrelazados hoy en día. Y a medida que las campañas políticas para las próximas elecciones de los Estados Unidos avanzan a toda velocidad, el cinismo parece estar ganando fuerza. Alimentados en gran parte por el tono de los reportajes y publicidad de los medios, muchas personas dicen que sienten que probablemente no importa por quién voten o si incluso van a las urnas. En el clima actual, que a menudo fomenta una desdeñosa desconfianza y menosprecio hacia los líderes políticos y candidatos, ¿qué se puede hacer para evitar quedar atrapado en la atmósfera pesimista? Y más allá de eso, ¿hay algo que puedas hacer para contrarrestar la marea de cinismo y promover un ambiente más saludable para el progreso?
No hace mucho, leí una entrevista al Dr. Martin Luther King, Jr. La misma tuvo lugar a principios de la década de 1960, durante el apogeo de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos. El entrevistador habló con el Dr. King sobre su infancia y educación, sus puntos de vista religiosos y su filosofía de la no violencia, su trabajo continuo en el movimiento de los derechos civiles, los numerosos períodos que había pasado en la cárcel, y sobre las situaciones que había enfrentado que amenazaban su vida al promover la causa de la igualdad de derechos para los afroamericanos.
Consideré que con todos los desafíos que el Dr. King había enfrentado en el ámbito político, si alguien tenía razones para ser cínico sobre el proceso político en general, y sobre los líderes locales y nacionales en particular, habría sido él. Sin embargo, a lo largo de la entrevista demostró que no era ni cínico ni pesimista. Habló de las cosas que fortalecían su propósito, como el tipo de amor que incluye “comprensión, creatividad y buena voluntad redentora para todos los hombres”. Señalando este amor, el Dr. King expresó: “No pienso en él como una fuerza débil, sino que pienso en el amor como algo fuerte y que se organiza en una poderosa acción directa”.
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