Para jóvenes
Podía aceptar que Dios gobernaba todo y que lo único que tenía que hacer era escuchar Su guía.
No importa cuánto tiempo hayas tenido una relación difícil con alguien, la curación siempre es posible.
Estaba lista para llenar mi calendario con cualquier cosa que Dios tuviera reservada para mí.
Mi equipo y yo hemos progresado en el baloncesto a lo largo de los años, lo que nos ha llevado a expresar más conscientemente cualidades espirituales.
Puesto que Dios es la fuente de todo amor, yo realmente no había perdido nada debido a la ruptura.
A medida que continuaba “de portero” con mis pensamientos, comencé a sentirme mucho más feliz. Era como si me hubieran sumergido en el amor y la alegría, sentimientos que sabía que eran de Dios.
Pensé en cuánto me gusta cantar himnos en la Escuela Dominical y que siempre me ha parecido más como glorificar a Dios que actuar.
Si algo no parece estar bien, entonces Dios me indicará el camino hacia lo que está bien.
Estoy muy agradecida por haber visto cómo las ideas y bendiciones que obtenemos a medida que aprendemos sobre la Ciencia Cristiana pueden aplicarse a tantas cosas en nuestra vida.
La Escuela Dominical me ayudó a descubrir quién soy realmente —mi identidad espiritual— y la libertad que viene al vivir desde esa base.