
Para jóvenes
Sola en una calle oscura, esta joven parecía ser el objetivo perfecto para un asalto. Pero justo en el momento en que parecía más vulnerable, un claro mensaje de Dios superó su temor y la ayudó a encontrar seguridad.
Para esta autora, los dolores menstruales parecían normales, hasta que comenzó a profundizar en lo que había aprendido en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana.
Desde que estuvo en segundo grado, la autora fue acosada por tener muchas pecas, y ella sentía que la única respuesta era cambiar su apariencia. Pero cuando ocultar sus pecas no funcionó, ella aprendió que podía encontrar una autoestima más perdurable al comprender la belleza y la identidad de una forma completamente diferente, es decir, espiritualmente.
Esta autora estaba indecisa entre dos universidades y angustiada porque no sabía cuál escoger, entonces se dio cuenta de que podía orar al respecto. Seguir la dirección de Dios le trajo paz y una respuesta que fue sorprendente pero satisfactoria.
Lo que nosotros consideramos nuestro cuerpo es una creencia errónea acerca de nosotros mismos, porque en realidad somos espirituales, creados por Dios, el Espíritu.
¿Te sientes estancado? No importa cuán atrapado pienses que estás, Dios te está enviando todo un “equipo de rescate” de ideas sanadoras para salvarte.
Ella pensaba que lo tenía todo: dinero, ropa, éxito. Pero cuando una amiga le preguntó acerca del significado de la vida, esta autora se sintió limitada. ¿De qué se trataba realmente la vida? El regreso a la Ciencia Cristiana puso al descubierto las respuestas y probó ser un momento decisivo en su propio camino.
Es muy tranquilizador saber que lo que nos guía es el Amor divino, así que el resultado debe ser bueno.
Cuando oramos para sanar, ¿estamos cambiando algo? ¿Haciendo que Dios intervenga en nuestras vidas? Esta autora se sumerge en el “cómo” se produce la curación y observa lo que realmente está sucediendo.
Preguntar y responder a la pregunta “¿Dónde vives?” cuando oramos, nos ayuda a ver y a experimentar más del universo de Dios. y eso, a su vez, trae curación.