Editoriales
La jurisprudencia humana varía de país a país, pero la ley divina es invariable, universal e imparcial. La jurisprudencia divina es la voluntad de Dios, la regla del Principio divino, la ley del bien, que garantiza perfección para todos y nunca puede ser violada.
Reconociendo con gratitud que Dios es la fuente de toda vida, el Salmista exclamó: “Contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz”. Salmo 36:9; La Ciencia Cristiana revela el significado espiritual más profundo de la Biblia.
Los juicios superficiales y la información limitada pueden inducir a algunas personas a clasificar equivocadamente a la Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. junto con otros métodos de curación sin medicamentos, desconociendo así su singularidad.
Hoy en día, el concepto de familia es uno de los que más necesita que se le eleve. Muy a menudo los que pertenecen a una familia quieren liberarse de ella y los que no la tienen se sienten privados de ella y la anhelan.
En la Ciencia Cristiana el mal suele ser descrito como una sugestión mental agresiva. El mal es falsamente mental y viene como una sugestión que afirma que existe un poder opuesto a Dios.
Hoy en día podemos enfrentar y vencer la enfermedad y la mortalidad — como también el pecado — sobre la misma base en que Cristo Jesús los venció. Mary Baker Eddy declara sucintamente cuál era el propósito que lo guiaba y el método que él utilizaba: “Jesús vino para salvar a los hombres precisamente de estas ilusiones con las cuales parecía conformar él mismo: de la ilusión que declara real al pecado, y al hombre un pecador que necesita un Salvador; de la ilusión que declara que la enfermedad es real y el hombre un enfermo que necesita un médico; de la ilusión de que la muerte es tan real como la Vida.
Los libros de historia muestran que la humanidad ha estado perpetuamente plagada de problemas de carencia individual y escasez mundial. Si estamos enfrentados a ellas en la actualidad (y lo estamos), éstos no son fenómenos nuevos sino que representan ejemplos actuales de la primera mentira de la mortalidad la limitación.
Cuando uno ha sufrido a causa de la injusticia o la malicia, la deslealtad o el engaño, expresados por otra persona, quizás caiga uno en la tentación de reaccionar con ira y resentimiento. Acaso hasta pueda parecernos razonable condenar a la persona responsable por ello.
Hay una habilidad que todos tenemos. Siempre la hemos tenido.
La práctica sanadora de la Ciencia Cristiana incluye como elemento importante el reconocimiento de que el hombre infaliblemente expresa inteligencia. Este reconocimiento es un poderoso factor para restablecer la normalidad física y para solucionar diversos problemas individuales, así como otros problemas con un impacto más amplio.