
Editoriales
Si se piensa en la última década, claramente se ve el énfasis que algunos individuos han puesto en actos de índole radical. Secuestros de aviones, raptos, bombardeos, y aun asesinatos, han sido usados como instrumentos para atraer la atención nacional o internacional.
“Mantenga su pensamiento de acuerdo con la ley divina del bien y póngala en práctica día y noche y entonces sentirá el poder de la ley divina operando en su vida”. Puede decirse que ésta es en esencia la forma de orar eficazmente para vencer las limitaciones y frustraciones mortales — el método que el Salmista recomendó a sus contemporáneos, siglos antes de la era cristiana.
El Amor — sinónimo de la Mente — es el único sanador. La Mente cura al mantener su presencia aquí y en todas partes.
Verdadero Falso 1. _________ _________ Las drogas, la cirugía y otras técnicas materiales de curación son desarrolladas para responder a los males humanos.
El hombre y la mujer creados por Dios son gobernados por Su ley inmutable. La ley divina gobierna todo el universo espiritual.
En la medida en que deseemos adoptar la Ciencia del ser, aunque ésta nos parezca exigente y radical, podemos disfrutar de un sentido más agradable de la vida e impartirlo a los demás. Esto ocurre cuando percibimos que el bien — todo lo que es real — no viene y se va.
Dios, el Espíritu, es el creador único y universal. La Biblia lo enseña así.
La salud es una condición de la Mente, no de la materia. Si de acuerdo con el concepto humano vivimos en regiones tropicales o árticas, al nivel del mar o en las montañas, jamás tenemos por qué sufrir de la creencia de que el clima pueda afectarnos la salud.
Al reconocer la naturaleza pacífica del ser verdadero, ayudamos a neutralizar la violencia que a veces estalla en los consejos de las naciones y que querría impulsar el dedo del asesino para oprimir el gatillo. Porque Dios es Amor, la voluntad de Dios es la paz.
En la mente humana a menudo se evidencia el anhelo de ser recordado en la posteridad. Reyes y presidentes automáticamente son inmortalizados al ocupar un lugar permanente en los libros de historia.