Editoriales
La Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es ‟Ciencia Cristiana”.
“ La Honradez y la justicia caracterizan al que busca y halla la Christian Science,” dice Mary Baker Eddy en su libro The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany (pág. 4).
Declara el autor de los Proverbios (20:12): “El oído que oye, y el ojo que ve, ambas cosas ha igualmente hecho Jehová. ” Esta afirmación bíblica indica a las claras que la fuente de la vista y del oído es espiritual.
Ciencia y Salud , el libro de texto de la Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”.
En el Manual de La Iglesia Madre nuestra Guía, Mary Baker Eddy, da una Regla definitiva que prohibe el uso de fórmulas escritas como medio auxiliar para enseñar o practicar la Christian Science. Bajo el título de “Se prohiben las Fórmulas” escribe en parte (Art.
La Christian Science impele y protege la moral en toda su pureza. Con efecto, explica la base científica de la moralidad, mostrando que los estados de consciencia morales, como la castidad, la honradez, el afecto y la abstinencia de toda codicia se derivan de la divinidad siendo por tanto reales, y que hay que resguardarlos.
Entre los adeptos del Maestro se conoce a Juan por el discípulo amado, y sus palabras y su vida indican por qué era el amado. Sentado a los pies de Jesús, él percibió tal vez más claro que los otros la cualidad intrínseca del Cristo según lo demostró Jesús en su vida y en sus obras.
La protesta de los humanos contra el envejecimiento la sintetiza con acierto Mary Baker Eddy en estas palabras que se hallan en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 248): “Hombres y mujeres de edad más madura y mayor experiencia debieran llegar a la madurez de la salud e inmortalidad, en lugar de caer en tinieblas o tristeza.
“Toda la historia es una Biblia. ” Estas palabras de Tomás Carlyle repercuten una gran verdad.
Escribe Mary Baker Eddy en su libro “Rudimentos de la Ciencia Divina” (pág. 9): “El poder espiritual de un pensamiento científico verdadero, sin esfuerzo directo, argumento audible ni mental siquiera, ha curado a menudo enfermedades inveteradas.