Dijo Mary Baker Eddy en su mensaje a La Iglesia Madre correspondiente al año de 1899: “Hermanos, nuestra asamblea anual es un guardián severo. Os exige que déis un informe de vuestro progreso, que refresquéis vuestra memoria, que reverdezcáis los sarmientos y vivifiquéis los pimpollos, que enderezcáis los zarcillos hacia arriba e inclinéis la vid hacia el tronco paterno” (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany pág. 125).
Bien haría cada miembro de La Iglesia Madre y los de sus filiales en reflexionar detenidamente sobre esta declaración directa de nuestra Guía. Muestra que la ocasión que presenta la Asamblea Anual de La Iglesia Madre demanda que nos introspeccionemos escrutativamente para que aquilatemos nuestras miras y lo que hayamos logrado como Científicos Cristianos.
El primer requisito a este respecto es que informemos en qué o cómo hemos progresado. ¿Puede cada miembro de la Iglesia, que concurra o que no concurra a la Asamblea Anual, decir honradamente que ha progresado diario en su comprensión y práctica de la Christian Science durante el año que entonces termina? ¿Ha crecido en la gracia de expresar bondad, de servir desinteresadamente, de reflejar sabiduría en su hogar, en sus negocios, en la iglesia y comunidad? Respondamos cada cual a estas preguntas con honradez y devoción, resueltos a que en la próxima Asamblea Anual de La Iglesia Madre estemos listos a participar que aumenta nuestra gratitud y que logramos más en lo que emprendemos.
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