Editoriales
La gente deja a menudo que sus pensamientos moren en lo pasado, y eso les anubla innecesariamente sus sentimientos y sus hechos presentes. Muchos hay también que se preocupan por lo que el futuro les reserve para ellos, para sus familias y para el mundo.
Cuando nos acercamos a Dios nos damos cuenta de la pureza y la frescura inherentes a la naturaleza de la existencia espiritual. El Dios que es Amor restaura todo lo que es bueno y en El nada de bueno falta.
De vez en cuando alguien cree que otro le ha dicho o hecho algo que lo trastorna mentalmente. Y le oímos decir que eso le duele mucho.
En la Causa de la Christian Science, la luz central es el libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. ” Su autora, Mary Baker Eddy, que recibió la revelación completa y final de la Verdad que este libro contiene, no tenía ninguna duda de su origen divino.
La Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”.
Los compasivos y afectuosos anhelan restaurar el compañerismo feliz y la salud normal a los que los han perdido. Desean con vehemencia que el vagamundo moral vuelva a la inocencia de sus tiempos idos, que el ciego recobre su vista y el sordo su oído.
En la Christian Science entendemos que Dios es el solo y único poder que gobierna. El gobierna y mantiene en perfecta armonía Su universo de ideas espirituales.
Los primeros cristianos eran con frecuencia mártires de su fe. Estaban firmes en su adhesión a Cristo y a veces sufrieron martirio a manos de sus perseguidores.
Dijo Mary Baker Eddy en su mensaje a La Iglesia Madre correspondiente al año de 1899: “Hermanos, nuestra asamblea anual es un guardián severo. Os exige que déis un informe de vuestro progreso, que refresquéis vuestra memoria, que reverdezcáis los sarmientos y vivifiquéis los pimpollos, que enderezcáis los zarcillos hacia arriba e inclinéis la vid hacia el tronco paterno” ( The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany pág.
La senda que nos lleva de la creencia y la vida mortales a la verdad espiritual del ser no se encuentra buscándola superficialmente. Se requieren una sinceridad profunda y fuerte amor a Dios y al hombre para esta transformación del pensamiento.