La gente deja a menudo que sus pensamientos moren en lo pasado, y eso les anubla innecesariamente sus sentimientos y sus hechos presentes. Muchos hay también que se preocupan por lo que el futuro les reserve para ellos, para sus familias y para el mundo.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!