Cuánto revelan y cuán inspiradoras son las palabras y la lógica de Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science y autora de su libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” en el cual ella dice (pág. 462 a la 463): “El Científico Cristiano, gracias a su entendimiento de la anatomía mental, percibe y combate la verdadera causa de la enfermedad. El médico material anda a tientas entre fenómenos que fluctúan a cada instante bajo influencias no abarcadas en su diagnóstico, y así puede tropezar y caer en la obscuridad.”
En el año 1918 después de haber practicado la medicina corto tiempo me vi confinado al lecho atacado de una afección al corazón. Un número de prominentes médicos especialistas llegaron a la conclusión que debía cerrar mi consultorio, y seguir adelante del mejor modo posible, ya que la medicina era incapaz de ofrecerme ayuda. Me dijeron que debía perder toda esperanza de volver a ser otra vez un hombre sano. Durante dos años muchos médicos me sometieron a tratamientos y hasta estuve en un conocido sanatorio pero sin recibir beneficio alguno.
Durante ésta época un miembro de mi familia traía a casa todas las semanas una copia del Christian Science Sentinel, y al cual en principio había prestado yo poca atención. Pasaron muchas semanas cuando un día hojeé un ejemplar indiferentemente. A pesar de que en aquel tiempo yo censuraba a Mrs. Eddy, el Sentinel me interesó. Ya desde mi juventud Dios no significaba absolutamente nada para mí, y la Biblia era un libro cerrado. Algunos meses después de haberme interesado por el Sentinel comencé a leer Ciencia y Salud. Como resultado, la Biblia se convirtió en un libro abierto para mí y su estudio junto con el del libro de texto me dió nuevas esperanzas y con toda razón. La lógica de la Christian Science que me ayudó a interpretar la Biblia espiritualmente, probó ser convincente, regeneradora e irresistible. Por la primera vez percibí que la comprensión espiritual no está basada en el testimonio de los sentidos, mas en los hechos divinos, y que estos hechos son demostrables cuando son comprendidos y fielmente aplicados.
Cuando mi consciencia se espiritualizó, fué eliminado el temor, y otras creencias discordantes desaparecieron de mi pensamiento. Había estado leyendo las obras de Mrs. Eddy hacía poco tiempo, cuando repentinamente me di cuenta que me hallaba completamente bien. Esta curación que se llevó a cabo sola y exclusivamente mediante mi estudio y la aceptación de las verdades espirituales contenidas en la Biblia, como también en Ciencia y Salud y las otras obras de nuestra Guía, ha sido completa v permanente.
A través de las enseñanzas de la Christian Science, estoy demostrando progresivamente la omnipresencia de Dios, Su poder y amor. Las inestimables Lecciones-Sermones semanales del Cuaderno Trimestral de la Christian Science me traen diariamente mucha inspiración y júbilo. En verdad he tocado “la orla de la eternidad” (Himnario de la Christian Science, No. 64) mediante la comprensión en cierta medida de mi verdadero ser como la espiritual e inmortal imagen y semejanza de Dios. Esta comprensión me permite percibir que en la realidad divina no existe el mal que pueda disturbar la armonía del hombre.
Por las muchas bendiciones, curas y beneficios, demasiado numerosos para mencionarlos todos que he recibido mediante la Christian Science, doy gracias a Dios. Estoy muy agradecido a Mrs. Eddy por su revelación de la Christian Science, el Consolador. También estoy agradecido por todas las actividades del movimiento de la Christian Science. En las palabras de Pablo (II Corintios 9:15): “¡Gracias a Dios por su don inefable!”—Miami Beach, Florida, E. U. A.