Cuando consideramos cuántos hay hoy día con insuficiencia de alimentos, alojamiento inadecuado y no gran esperanza de hallarse seguros, vemos cuán necesario es que el Científico Cristiano demuestre la abundancia de las ideas y talentos espirituales que son la fuente de la subsistencia de la humanidad.
La Christian Science se funda en la gran verdad metafísica contenida en las Sagradas Escrituras de la inseparabilidad de Dios y Sus ideas, el hombre y el universo. Tal enseñanza, aceptada como la base del correcto pensar, lleva a la percepción actual de la totalidad que es también la unidad de todo lo que existe en realidad. Porque cuando nos vislumbramos como ideas espirituales individuales vinculadas en la Ciencia al origen de todas las ideas — la Mente divina — comenzamos a vernos más armoniosamente coordinados o relacionados con nuestros semejantes.
Cristo Jesús demostró a plenitud jamás igualada la unión que existe entre Dios y Sus ideas. El sabía que Dios, el Padre, siempre está suministrando todo lo que es bueno, y que cuando la humanidad despierta a darse cuenta de su relación para con Dios y a la coordinación entre todas Sus ideas, no puede faltarle nada que sea esencial. Sabiendo esto, Jesús pudo alimentar a la multitud y ayudar a otros a que demostraran la provisión.
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