“Si vivimos por el Espíritu, andemos tánica bién según el Espíritu” (Gálatas 5:25). ¿Qué pueden hoy significar para nosotros estas provocativas palabras de San Pablo? Pablo, que ya había aprendido la gran lección de la humildad, recalca reiteradamente que para comprender a Dios se necesitan las cualidades morales y las espirituales. El enseñaba que “si vivimos por el Espíritu,” tenemos que mantener paso a paso nuestra vida conforme a nuestro más alto ideal.
En la Christian Science, que se funda en la Biblia, aprendemos que el hombre verdadero, creado por Dios, vive en el Espíritu, porque Dios es Espíritu y está en todas partes. Pero también aprendemos que no basta hacer declaraciones absolutas sin entenderlas o sin normar nuestra vida de acuerdo con lo que enseña la Biblia. La Biblia y los escritos de Mary Baker Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science, indican consecuentemente que es preciso expresar las cualidades a que se refiere Pablo como “el fruto del Espíritu” (Gálatas 5:22 y 23): “Amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza.”
Puesto que Dios es Espíritu, la existencia del hombre tiene que ser espiritual, pero ¿cómo enseña la Christian Science que la existencia espiritual se puede entender y verse como una posibilidad práctica? Mrs. Eddy nos dice claramente en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 265): “El hombre entiende la existencia espiritual en la proporción en que se aumentan sus tesoros de Verdad y Amor.” ¿Cuáles son estos “tesoros de Verdad y Amor” que hay que aumentar en nuestra vida? Un estudio en la Biblia y en los escritos de Mrs. Eddy de palabras tales como tesoros, joyas y otras semejantes, revelará que esos tesoros incluyen cualidades como las que ya mencionamos aquí.
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