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El hombre no tiene temor

Del número de enero de 1958 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Muchos se vuelven a la Christian Science en razón de que enseña cómo vencer al temor. Si alguno preguntara: “¿Es posible no tener temor? pues que lea en el libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, estas palabras (pág. 410): “El Apóstol Juan dice: ‘No hay temor en el Amor, sino que el Amor perfecto echa fuera el temor; ... el que teme, no ha sido hecho perfecto en el Amor.’ He aquí una proclamación concreta e inspirada de la Christian Science.” Así nos alienta nuestra Guía a que obtengamos la comprensión del Amor divino que prueba la irrealidad del temor.

Que Dios, el Amor, tuviera temor sería inconcebible; es igualmente imposible que Su semejanza, el hombre, fuese temeroso. La inmunidad del temor es divinamente natural, no constituye un milagro. El temor se halla a menudo relacionado con la anticipación de algún acontecimiento. Si transportamos ese acontecimiento al presente, el individuo quizás halle que sus temores eran enormemente exagerados o que no tenían base alguna. A medida que uno se aproxima al punto en que se siente sólo consciente de la realidad divina, halla que el temor es sólo un fantasma. Todo aquello que es verdadero es bueno. Tan pronto como entramos en el reino del Amor, la Mente, el temor se desvanece sin esfuerzo alguno.

La comprensión que Cristo Jesús poseía del Amor divino le capacitó para repulsar a la fiebre de que padecía la suegra de Simón, en tal forma que esta la abandonó al instante. Cuando desapareció el temor, la fiebre ya no tuvo nada que la apoyase y como consecuencia se desvaneció. El amor que excluye el temor está siempre presente en la consciencia humana. El amor espiritual es la armadura que uno debería usar siempre, pues lo habilita a uno a vivir una vida libre de preocupaciones y temores. La habilidad de aniquilar el temor yace en el reconocimiento del hecho de la totalidad del Amor y la perfección del hombre, el reflejo del Amor.

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