Generalmente consideramos el temor como una reacción causada por las circunstancias. Creemos que tenemos miedo porque tal vez pueda ocurrir algo malo. Abrigamos el temor porque nos sentimos inseguros de nuestra habilidad para defendernos. Pero cuando el peligro ha pasado decimos que ya no tenemos miedo.
Mediante el estudio y la práctica de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., percibimos que el miedo no es una reacción; es en sí una acción mental falsa. Es un elemento básico de la mente mortal, la fuente de todo mal, el supuesto contrario de la Mente divina, o sea de Dios, el bien. La creación falsa de la mente mortal es la materia que supuestamente se desarrolla a sí misma, y su fuerza aparente es magnetismo animal.
La Mente verdadera es el Espíritu, y su creación, el hombre, es espiritual. Entonces en la Verdad nosotros somos ideas espirituales, los hijos perfectos de Dios. El término genérico para designar estas ideas es hombre. La supuesta oposición que la mente mortal presenta al Espíritu crea la ilusión llamada materia, y el magnetismo animal parecería capaz de convencernos de que la materia es lo verdadero y que nosotros somos mortales.
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