Las palabras son inadecuadas para expresar mi gratitud a Dios, a Cristo Jesús, nuestro Mostrador del camino, a Mrs. Eddy y a la Ciencia Cristiana.
Había sufrido durante muchos años de una úlcera a una várice. Al mudarnos de California a Oregón, mi esposo y yo fuimos a vivir con un hermano mío hasta encontrar nuestra propia residencia.
Un día en que me encontraba sufriendo de grandes dolores, mi hermano me recomendó que probara la Ciencia Cristiana. Llamaron a una practicista y un amigo me prestó un ejemplar del libro de texto por Mrs. Eddy y me dió un Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana donde aparecen las referencias para el estudio de la Lección Sermón. Estudiaba diariamente con gran dedicación estas lecciones.
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