Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., nos dice lo siguiente en la página 302 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras”: “El cuerpo y la mente materiales son temporales, pero el hombre real es espiritual y eterno. La identidad del hombre real no se pierde, sino se encuentra, por esta explicación, puesto que por ella la infinitud consciente de la existencia y de toda identidad es comprendida y permanece inalterada.”
La vida diaria nos ofrece múltiples bendiciones si comprendemos “la infinitud consciente de la existencia”. Cuando percibimos que el hombre verdadero es espiritual y que vive consciente de la infinitud de la existencia, nada puede limitar nuestro ser ni tampoco hay lugar para errores de ninguna especie.
Cuando la autora comenzó a vislumbrar el significado de estas verdades, percibió más claramente el significado verdadero de su vida como idea espiritual y eterna que vive en la infinitud de la existencia. Fue así liberada de varios errores. Entre ellos se vió libre de la limitación de que la edad influye en el hombre. En su profesión como pintora se le decía constantemente que para darse a conocer y ser reconocida como una buena artista, debía esperar a tener más edad. Ella había aceptado hasta cierto punto esta creencia y como resultado se vió invadida por una sensación de inercia e inactividad respecto a su carrera.
La Ciencia Cristiana nos enseña que la madurez y la perfección no dependen de la edad, sino de la comprensión espiritual del ser. El hombre jamás ha sido tocado por el tiempo puesto que como reflejo de su Padre, es infinito como El.
Al mismo tiempo que ella percibió algo del significado de “la infinitud consciente de la existencia”, también pareció sentirse dominada por la sugestión de que los tiempos actuales eran muy malos como para aventurarse en alguna empresa nueva. De modo que se tornó a la Ciencia para trabajar muy conscientemente sobre este punto afirmando y probando que Dios es el único proveedor del hombre.
Algunos versículos del Salmo 33 la ayudaron mucho. Son éstos: “He aquí, el ojo de Jehová está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia; para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre.”
La certidumbre de que Dios nos da “vida en tiempo de hambre” la impulsó a hacer un viaje a otra ciudad cercana para estudiar las posibilidades de presentar allí una exposición de sus cuadros. Los locales aptos para exposiciones no estaban dentro de sus medios. No obstante, sus pasos fueron guiados de un modo maravilloso a un establecimiento comercial, que disponía de amplio espacio en la mejor ubicación imaginable.
Guiada por una repentina inspiración, entró para entrevistarse con el gerente al cual le propuso que la dejara exponer sus cuadros allí. Fue realmente lo correcto en el momento preciso. No sólo le fue permitido exhibir sus cuadros en ese local, sino que el establecimiento le auspició la exposición corriendo con todos los gastos. No es necesario agregar que tuvo el éxito más completo desde todo punto de vista.
Una vez que la sugestión de la limitación fue destruída, se sucedieron las bendiciones una tras otra. También fue capaz de destruir otro error, a decir, una aparente apatía hacia sus pinturas que parecía reinar en la ciudad en que vivía.
En Ciencia y Salud, Mrs. Eddy dice (pág. 391): “Elevaos en la fuerza consciente del espíritu de la Verdad para echar abajo el alegato de la mente mortal, llamada también materia, que se dirige contra la supremacía del Espíritu.” Reconociendo el “alegato de la mente mortal,” en este caso en la forma de carencia, crisis económica y apatía, como exenta de base o fundamento en la vida imperecedera del Espíritu, los aparentes obstáculos desaparecieron en su propia nada. La manifestación de esta comprensión fue que allí mismo, precisamente en esta ciudad donde parecían existir la crisis económica y la apatía, fue organizada una exhibición bajo las condiciones más óptimas, y que además prometía perspectivas altamente satisfactorias para el futuro.
Estas experiencias ponen en evidencia la absoluta necesidad de mantenernos alertas para no permitir que en nuestra consciencia entre el error de ninguna especie. Debemos estar siempre conscientes de nuestro sagrado deber como Científicos Cristianos de rectificar aún la más pequeña sugestión de error y establecer el orden, la majestad y el gozo del hombre como la idea perfecta del creador perfecto.
Es maravilloso constatar como un estudio constante y sincero de las obras de Mrs. Eddy ilumina nuestra percepción espiritual y nos capacita para resolver todo pseudoproblema que se nos presente, demostrando así la ley divina e infinita de la Mente, Dios.
Cristo Jesús y Mrs. Eddy fueron radicales en sus afirmaciones respecto al universo espiritual y al hombre espiritual, radicales en la afirmación de que sólo existe un Dios, de que el Espíritu es el Todo, y que la materia no es nada. Nosotros sus seguidores debemos ser igualmente radicales en la demostración de lo que hemos aprendido, mas para llegar a la demostración es menester que nos embebamos del espíritu de la Verdad y el gozo del Alma y expresemos la ternura del Amor. Es menester que estemos dispuestos a abandonar las opiniones humanas y que nos dejemos conducir mansamente por la Mente omnisapiente. Debemos olvidar las leyes finitas de la materia y saber que un Principio único rige nuestra vida.
Nuestro Padre jamás nos pide algo que no podemos realizar, lo único que debemos hacer es escuchar Su voz de manera que podamos hacer lo correcto en cada situación en que nos encontremos. Esforcémonos entonces por discernir la “infinitud consciente de la existencia” y expresémosla en acción sabia, en bondad, humildad y en comprensión y amor infinitos.
Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano — las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman. Pero a nosotros nos las ha revelado Dios por medio de su Espíritu; porque el Espíritu escudriña todas las cosas, y aun las cosas profundas de Dios. — I. Corintios 2:9–10.