Cómo podemos participar en la curación del mundo por medio de nuestros periódicos
[Extractos de los discursos ofrecidos durante la Reunión en pro de las Publicaciones Periódicas celebrada en la Extensión de La Iglesia Madre el martes 3 de junio de 1969. El texto completo de estos discursos fue publicado en inglés en el The Christian Science Journal de septiembre de 1969.]
El mundo en que vivimos y lo que exige de nosotros
Entre las diversas crisis que agitan a la humanidad hoy en día, no es la religión la menos importante.
En muchos aspectos esta crisis origina todas las demás. La creencia en Dios, de un modo u otro, ha sido el factor determinante por medio del cual el pensamiento humano, en general, ha mantenido unida a la sociedad. Actualmente una gran parte de la humanidad niega a Dios. Y para muchos la Biblia ha dejado de tener otro valor que el literario. No es de sorprenderse, entonces, de que haya confusión en la sociedad actual.
En casi todas partes las iglesias organizadas, incluyendo la nuestra, encaran graves dificultades en el ambiente mundial actual... Se sigue insistiendo en buscar lo que ha dado en llamarse mancomunidad sin que se haya logrado hasta ahora alcanzar un éxito claramente definido.
Algunos críticos afirman que las iglesias en gran parte del mundo están corriendo el riesgo de sufrir un decaimiento o extinción... Esta amenaza es descorazonadora porque, con todas sus limitaciones y defectos, las iglesias han constituido, en parte, el cemento de la sociedad.
La grave situación por la que atraviesa la religión organizada concierne en gran medida a los Científicos Cristianos y les plantea un desafiante llamado a la acción. Nuestra iglesia debe estar alerta contra los lodazales del materialismo, el egoísmo, el autoritarismo, el clericalismo, la falta de percepción y de mancomunidad. Y debemos utilizar con renovado vigor las singulares y poderosas fuerzas espirituales a nuestra disposición.
La Ciencia Cristiana aporta a esta crisis mundial en materia de religión una serie de valores fundamentales, a saber:
1. Una definición, o identificación, de Dios en términos tan claros, tanto racionales como revelados, que es imposible refutarlos lógicamente.
2. Un enfoque de la Biblia que la rescata de la controversia del literalismo.
3. Una iluminación del significado y de la naturaleza del Cristo divino que, en especial, hace del Jesús humano un vínculo viviente entre la divinidad y la humanidad, entre lo absoluto y lo relativo, que es comprensible y aceptable para un gran número de pensadores de todo orden.
4. Una clarificación de que la naturaleza de la realidad es espiritual y de que el mal es irreal. Esta comprensión abre el camino hacia la curación de todos los problemas. Da a la religión los instrumentos que necesita para cumplir su misión.
5. En consecuencia, la Ciencia Cristiana va a la vanguardia con una prueba demostrable en la curación de todos los males y problemas humanos. Hace de la religión una fuerza totalmente redentora para todos los aspectos de la vida humana.
La religión no es nada sin Dios. Al pensamiento humano le ha costado mucho tiempo desprenderse del concepto de un Dios antropomórfico.
De todas las verdades reveladas a Mary Baker Eddy, ninguna es hoy en día más pertinente que sus definiciones de Dios. Mrs. Eddy escribió que Dios es “El gran Yo soy; el que todo lo sabe, todo lo ve, que es todo acción, sabiduría y amor, y que es eterno; Principio; Mente; Alma; Espíritu; Vida; Verdad; Amor; todo substancia; inteligencia” (Ciencia y Salud cotí Clave de las Escrituras, pág. 587).
Estos términos que llamamos sinónimos señalan claramente que Dios no pudo morir porque Dios es la Vida misma. Dios es Mente... La fuerza de Dios como Amor es buscada y utilizada por los hombres en sus angustias y anhelos, muy especialmente por la juventud de nuestros días.
De esta manera, la Ciencia Cristiana nos presenta a Dios fuera del reino de la mera fe y nos capacita para percibir con la visión combinada de la razón y la revelación lo que es Dios.
Cuando se comprende que Dios es Principio, se puede demostrar la ley, el orden y la justicia en los asuntos humanos sobre la base de una ley espiritual, de un orden eterno y de una justicia divina. Con un claro concepto de Dios, la religión vuelve a ocupar el lugar que por derecho le corresponde en el mundo moderno.
La Biblia ha proclamado y comunicado la Palabra de Dios a la humanidad en todas las épocas. Sin embargo, a raíz de un conocimiento más exacto del universo físico y de la vida material, que hizo su aparición en el siglo XIX y que ha venido aumentando explosivamente desde entonces, la interpretación meramente literal de la Biblia llegó a ser inadecuada y confusa. El conocimiento obtenido por las ciencias naturales parecía contradecir a la Biblia y destruir hasta su validez.
El discernimiento de Mrs. Eddy rescató a la Biblia. Mrs. Eddy escribió en Ciencia y Salud, pág. 320: “La única interpretación importante de las Escrituras es la espiritual.” Y en la página 579 dice: “En la Ciencia Cristiana [Christian Science] aprendemos que al substituir la definición espiritual por la material de una palabra bíblica a menudo se aclara el significado que el escritor inspirado quiere dar”.
Como resultado, es posible ver en el primer capítulo del Génesis una magnífica descripción de la creación espiritual...
El segundo y tercer capítulo muestran, por medio de la alegoría del mal serpentino, la operación de la mentira en la mente humana, alegoría que es tan aplicable hoy como lo fuera hace tres mil años...
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, el Científico Cristiano busca y encuentra significados espirituales y eternos. La Biblia es ciertamente la guía operativa para la vida cotidiana.
Una tercera gran iluminación que la Ciencia Cristiana aporta a la religión del mundo contemporáneo, es su amplísima identificación del Cristo eterno, la idea espiritual eterna. Esta idea espiritual ha sido en todos los tiempos vislumbrada por todos aquellos cuya visión espiritual los capacitó para recibir al Cristo, la Verdad.
Cristo Jesús vino en forma humana para que todos pudieran percibir y comprender esta Verdad. Fue el vínculo entre la divinidad y la humanidad; fue la prueba palpable de que los absolutos espirituales actúan en las condiciones relativas. En medio de la agitación y confusión del mundo podemos encontrar, por medio de Jesús, la clave que descifra los problemas de la vida.
La clara distinción que hace la Ciencia Cristiana entre el Cristo eterno y el Jesús humano hace a ambos comprensibles y aplicables a la experiencia humana. Exentos de misticismo, tienden un puente sobre el abismo que existe entre la razón y la revelación. La religión moderna desesperadamente necesita esta puerta. La religión contemporánea a menudo es, o bien puramente humanista constituyendo apenas un poco más que un mero servicio social, o es enteramente mística, exigiendo una fe ciega para establecer su validez...
La Ciencia Cristiana afirma que la realidad es espiritual y que el mal es irreal; es la única religión en el mundo que percibe el mal como irreal.
En el Concilio Mundial de Iglesias el año pasado en Upsala, Suecia, los representantes de la mayoría de las religiones cristianas del mundo... se esforzaron por orar y trabajar para resolver los problemas y rescatar a las iglesias. Pero siempre que pensaron y oraron lo hicieron sobre la base de que el mal es real. La Ciencia Cristiana soluciona los problemas y sana los males en la misma medida en que sus exponentes comprenden que el mal es irreal, que la materia es una falsedad y que el hombre es espiritual y puro y que jamás ha caído de este estado.
La curación es el elemento perdido del cristianismo. Se necesita desesperadamente en el mundo moderno. Al implantarla nuevamente en la estructura de la religión, salva a ésta de lo teológico y filosófico para llevarla a la exigente y práctica vida cotidiana de la humanidad.
La religión basada sobre el poder integrador de Dios como Mente, elimina los odios y temores entre hombres y naciones. La religión basada en Dios como Mente ayuda a los hombres a planificar y a trabajar para ver los problemas de la carencia y el hambre; a superar el desafío que ofrece el excesivo crecimiento demográfico; a compartir los conocimientos entre los distintos países para poder así abolir la desigualdad mediante la acción sanadora que vitaliza a una humanidad que ha despertado.
La religión basada en una clara comprensión de lo que es Dios, puede ser una religión para estos días de confusión al utilizarse la Palabra espiritualmente esclarecida de la Biblia; encontrando su unidad viviente con el Cristo eterno por medio del Jesús humano; percibiendo que el mal es irreal y que la realidad es espiritual; y aplicando estas verdades a la curación de todos los problemas individuales y colectivos.
¿No será que se aproxima la época en que estos conceptos serán percibidos y sentidos por un número cada vez mayor de pensadores religiosos; en que Dios será identificado; la Biblia comprendida; el camino que Jesús señalara, seguido; la irrealidad del mal percibida; y la curación demostrada? Mrs. Eddy claramente nos dice en Pulpit and Press (Púlpito y Prensa, pág. 22): “Si las vidas de los Científicos Cristianos dan testimonio de su fidelidad a la Verdad, predigo que en el siglo veinte toda iglesia cristiana en nuestra nación y unas cuantas en tierras lejanas se aproximarán a la comprensión de la Ciencia Cristiana lo suficiente como para curar al enfermo en el nombre de Cristo. Cristo dará al cristianismo su nuevo nombre y la cristiandad será clasificada como Científicos Cristianos”.
Nuestros periódicos son nuestro sistema de comunicación. Es nuestro deber y privilegio escribir para ellos y utilizarlos para la regeneración de los hombres y de la sociedad. La religión puede ser rescatada en el mundo moderno por medio de la levadura de la Ciencia divina. Nosotros somos los exponentes de esta levadura. Nuestra responsabilidad es enorme, pero abunda infinitamente en bendiciones y regocijo.
Cómo el “The Christian Science Monitor” nos mantiene al día con el mundo y sus problemas
Imaginen Uds. a un niño que golpea cruelmente a otro. Sus padres lo ven. También lo ven otros adultos, pero todos se hacen los desentendidos.
Imagínense ahora a un adolescente que a toda carrera pasa por un concurrido centro comercial robando carteras. ¿ Qué hace el público? Todos parecen embelesados en la contemplación de golosinas expuestas en una confitería. Parecen demasiado interesados en cosas dulces como para prestar atención al muchacho.
Ahora entren Uds. a la escena. Pregúntenles a los expectadores por qué proceden así. Responderán que ellos viven bajo el mandato de “no causar daño a niño alguno, sino bendecirlos a todos”.
¡Cuántas veces habrán oído Uds. a Científicos Cristianos referirse más o menos en los mismos términos acerca del mandato dado al Monitor? ¿Cuán a menudo estos Científicos Cristianos prefieren leer sólo aquellos artículos que tratan sobre belleza o cosas agradables?
¡ Cuán sutil es el error!
Cristo Jesús, el Mostrador del camino, no ignoró el mal sino que lo encaró sin temor alguno.
El 5 de octubre de 1905, Mrs. Eddy convocó a La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana y a los Redactores de sus periódicos y les dijo que ella no permitiría publicaciones que hicieran pensar que Jesús era débil de carácter.
¿Por qué? Pues vean lo que Jesús hizo.
Hizo un azote de pequeñas cuerdas y con él, a los mercaderes que vendían animales para el sacrificio los echó del templo junto con sus animales. Alabó a los humildes, a los misericordiosos y a los pacificadores, y pasó la mayor parte de su tiempo con los pobres... Dijo que debíamos amar a nuestros enemigos, pero no dijo que amáramos el mal que hacen nuestros enemigos. Los amamos porque los vemos como hijos de Dios y como nuestros hermanos.
Jesús así lo hizo, pero también reprendió a los que procedían mal. Hasta llegó a decir de algunos de los líderes religiosos de su tiempo que eran guías ciegos que se ocupaban tanto en futilezas que descuidaban lo realmente importante.
En Hebreos 1:9 leemos que Jesús amaba la justicia, ¡ y aborrecía la iniquidad!Según la versión King James de la Biblia
Ahora bien, ¿qué es la iniquidad?
En muchos diccionarios de la lengua inglesa, la primera acepción dice: “grosera violación del derecho o la justicia”.
¿Qué noticias figuran en la primera plana del Monitor? Tomemos, por ejemplo, la disputa entre Israel y las naciones árabes. O la rebelión de los afro-norteamericanos en nuestros centros urbanos.
Mediten y encontrarán en ello un sentimiento de “grosera violación del derecho o la justicia”.
Con mucha frecuencia nos mostramos renuentes a hacerle frente a esta injusticia. Transigimos con ella o nos avenimos a ella, o simplemente volvemos la cara. Mrs. Eddy tuvo que hacer frente a esto en su propia experiencia.
En Ciencia y Salud Mrs. Eddy dice ( págs. 570 y 571): “Muchos están dispuestos a abrir los ojos de la gente para que vean el poder del bien que reside en la Mente divina, pero no están tan dispuestos a señalar el mal en el pensamiento humano y a desenmascarar los ocultos métodos mentales de los cuales se sirve el mal para llevar a cabo su iniquidad. ¿ Por qué esta renuencia, ya que tal denuncia es necesaria para asegurar que se evite el mal?”
A estas alturas ya habrán percibido Uds. que si el Monitor ha de bendecir a toda la humanidad, debe, entre otras cosas, denunciar la iniquidad.
Jesús ciertamente estaba al tanto de todo lo que ocurría en el mundo. Él no se recluyó en una torre de marfil. Pasaba su tiempo en las calles en contacto con la gente.
Jesús nos puso sobre aviso para no dejarnos engañar por los demagogos y dijo que debíamos cuidarnos de aquellos que quisieran inducirnos a venerar los bienes materiales u otros falsos dioses. En Mateo 24:4–7 leemos que dijo:
“Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán...
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”.
Ésta es la clase de información que Uds. encontrarán todos los días en el Monitor. Pero lo importante no son sólo las noticias. Los intereses de Jesús eran muy amplios y también lo son los del Monitor...
Lo que es más importante es que nuestro diario se envía a todo el mundo y sana dondequiera que llega.
Jesús fue un maestro. El Monitor tiene una importante página dedicada a la educación. Jesús insistió en la compasión por el pobre. También esto hace nuestro diario. En cuanto a lo que se refiere al conocimiento de un verdadero gobierno, nadie puede igualarse a Jesús. Jesús también habló sobre agricultura y negocios.
Constantemente Jesús trataba de hacer pensar a la gente acerca de lo que estaban haciendo y de lo que ocurría a su alrededor.
Pero, por sobre todas las cosas, Jesús combatió, denunció y curó la iniquidad.
Y ésta es hoy la función básica del The Christian Science Monitor.
¿ Recuerdan a los dos delincuentes juveniles que mencioné al principio? Cuando hablé de ellos, ¿cuántos de Uds. — me pregunto — vieron el error y comprendieron su irrealidad?
Porque ésta es exactamente la forma en que todos debemos usar el Monitor. Primero ver el mal denunciado por los reporteros. Entonces comprender su irrealidad.
Esto significa usar el Monitor para sanar.
Y de esta manera el Monitor bendecirá a toda la humanidad.
Cómo la Lección-Sermón capacita al Científico Cristiano para participar en la curación del mundo
En todas las épocas la gente ha recurrido a sus pastores en busca de consuelo y ayuda. Y en los primeros días del movimiento de la Ciencia Cristiana nuestra Iglesia tuvo sus pastores personales que predicaban los sermones de la Ciencia Cristiana... Pero en 1895, como todos sabemos, Mrs. Eddy ordenó la Biblia y Ciencia y Salud como nuestros únicos predicadores, como el Pastor de la Iglesia de Cristo, Científico, en todo el mundo.
Muy pronto se comprobó que la Lección-Sermón era eficaz como Pastor de nuestra Iglesia.
Desde entonces, la Lección-Sermón ha estado haciendo un bien incalculable. Recuerdo cuando mi marido y yo estábamos en Europa, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Dondequiera que íbamos veíamos países empeñados en la reconstrucción que siguió a la más espantosa destrucción de ciudades, hogares y propiedades. Los servicios religiosos de la Ciencia Cristiana habían sido abolidos por ley en algunos de esos países, pero los Cuadernos Trimestrales de la Ciencia Cristiana que contienen las Lecciones-Sermones llevaban vivo consuelo e inspiración a los Científicos Cristianos de esos países. Algunas veces sus lecciones eran copias manuscritas, con frecuencia de ediciones atrasadas. Pero ello carecía de importancia. ¡ Su pastor estaba con ellos! Con profunda humildad aquellos a quienes encontrábamos solían decirnos: “¡Gracias a Dios por las Lecciones-Sermones. Ellas constituyeron un verdadero vínculo para mantener la cordura, la seguridad y la paz!”...
Y lo mismo ocurre hoy. Y todos sabemos por qué. Estas Lecciones- Sermones tal como las instituyó Mrs. Eddy, no están sujetas a limitaciones o flaquezas humanas. Son la Palabra de Dios, la declaración divina que bendice y sana, la cual literalmente redime a la humanidad del temor, el dolor, el pecado, la enfermedad y la muerte... Pueden consolar a la humanidad porque dan a los hombres, en todas partes, la certidumbre de la siempre presente e infalible sabiduría, dirección y protección de Dios, y de un abastecimiento infinito.
Hay una vieja historia acerca de un buque que se hundió frente a la costa rocosa de una tierra remota. Unos pocos marineros consiguieron llegar a nado hasta la costa, pero pronto se dieron por vencidos y fallecieron a poco de tocar tierra.
Algún tiempo después otro barco naufragó en las mismas aguas. Nuevamente sólo algunos marineros consiguieron ganar a nado la costa. Pero éstos no se dieron por vencidos. Encontraron un manantial de agua dulce y en una pequeña caleta cercana algunas ostras comestibles. Y se contentaron con estos alimentos hasta que fueron rescatados, apenas con vida, algún tiempo después.
Nuevamente otro barco volvió a naufragar en aquellas rocosas costas. Y nuevamente algunos marineros consiguieron ganar la costa a nado. Ellos también fueron acosados por la tormenta. También, como los demás, sintieron temor. Pero inmediatamente pusieron manos a la obra para dominar la situación. No eran más inteligentes que los otros, ¡ simplemente usaron su inteligencia más inteligentemente!... Tiempo después, cuando los rescataron, estaban sanos y fuertes.
¿ De qué manera estamos ayudando nosotros a prevenir los naufragios en las agitadas aguas de nuestro mundo actual? ¿De qué manera estamos compartiendo nuestro gran don, la Ciencia Cristiana, con la humanidad? ¿De qué manera estamos compartiendo nuestras Lecciones-Sermones, estos magníficos puentes de comunicación, salud y amor con los hombres y mujeres de todo el mundo? ¿ Cómo estamos dando apoyo a nuestras Lecciones-Sermones? ¿Como el primer grupo de marineros que se dio por vencido casi antes de intentar salvarse? ¿Estamos, acaso, tratando metafísicamente de alcanzar la costa, de tocar el borde de la túnica de la Verdad, sin ir más lejos? ¿O quizás como el segundo grupo, que sólo aprovechó sus oportunidades para seguir con vida, leemos superficialmente nuestras Lecciones haciéndolo más bien como un deber? Después de alcanzar la costa ¿sólo existimos? ¿O estamos, por el contrario, actuando como el tercer grupo? ¿Estudiamos estas Lecciones real y verdadermente y con gratitud, amándolas con todo nuestro corazón y sabiendo que son la preciosa Palabra de Dios para toda la humanidad?
La importancia de la Lección- Sermón en la curación del mundo y de nuestra participación en ella no pueden ser socavadas por las vanas amenazas del mal. El mal no tiene poder. Dios, el bien infinito, constituye el único poder.
Se ha dicho que Mrs. Eddy anhelaba sanar a los enfermos. ¡ Cuán plenamente hizo ella que este anhelo fuera universalmente practicable! ¡Nosotros también anhelamos curar y dar! Con alegría y generosidad damos alimento y dinero a aquellos que los necesitan, y está bien que así lo hagamos. Pero compartir a nuestro Pastor con el mundo, ¡ esto sí es substancia, verdadera substancia, substancia indestructible y eterna!
¡ Con cuánta frecuencia oímos decir o nos lo decimos a nosotros mismos: “Esta lección es justamente lo que necesito! ¡ Parece como si hubiera sido preparada justamente para mí!”
Esto también es verdad para el mundo. La lección es justamente lo que la humanidad necesita.
¡ El mundo está en el umbral de nuestra puerta! ¡Qué don inconmensurablemente maravilloso tenemos para compartir con él ! ¡ Qué consuelo! ¡Qué curación! ¡Qué seguridad y paz! Cristo Jesús nos dice: “Id por todo el mundo... predicad el evangelio... (Marcos 16:15) sanad enfermos... de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8).
Cómo el “The Christian Science Journal” nos da las herramientas para la curación del mundo
Todos los meses, al recibirlo, miramos con afecto a nuestro Journal, pero ¿vemos realmente lo que representa? ¿Lo vemos como una gran fuerza en favor del bien que existe en el mundo de hoy? Nuestra Guía sí lo veía de esta manera pues dijo (Miscellaneous Writings, Escritos Misceláneos, pág. 262): “Querido lector: Nuestro Journal tiene por objeto llevar salud y felicidad a todos los hogares en que se le permita entrar y acrecentar el poder de ser buenos y hacer el bien”.
La misión de Mrs. Eddy fue dar la revelación final de la Ciencia del Cristo y entonces vio que era conveniente suministrar las herramientas espirituales a utilizarse para diseminar la Ciencia Cristiana en el mundo... Primero, las herramientas de uso general; segundo, las herramientas de precisión. Finalmente, Mrs. Eddy nos indica el uso que debemos dar a estas herramientas.
Pensemos en esas herramientas de uso general que suministra el Journal. La mayor extensión de los artículos y editoriales permite tratar a fondo los problemas y sus soluciones metafísicas. Los testimonios ofrecen una prueba viviente de la aplicación de estas verdades. Los anuncios de la Iglesia nos acercan a las actividades que se llevan a cabo en la sede y en otras partes del movimiento. La nómina de iglesias — una nómina verdaderamente internacional — nos da la dirección de las iglesias y de las Salas de Lectura. ¡Y qué haríamos sin esa vital sección en la que figuran los practicistas y enfermeros!
Veamos ahora nuestras herramientas de precisión, aquellas orientadas directamente hacia los problemas del mundo, con una aplicación sanadora y redentora.
Tomemos por ejemplo el inspirador número de enero cuyo tema principal es “La Justicia”. En este número se trató el problema de la justicia en los barrios de tugurios, en las ciudades, las escuelas y las naciones en desarrollo. En otras palabras, la justicia para todo individuo, prescindiendo de la raza o de las pretensiones de la pobreza o la enfermedad.
¿ Hay algún otro sector de la sociedad que necesite más orientación y amor hoy en día que nuestra juventud? La juventud tiene mucho para dar: valentía, renovación, vitalidad. Pero a menudo sus energías necesitan ser encauzadas. El número de febrero del Journal traía un mensaje estimulante y alentador para la juventud de hoy. En ese número había artículos destinados exclusivamente a ayudar a la juventud a superar las tentaciones del adversario.
En el Journal de abril el tema principal fue uno que todos debemos entender mejor: “La substancia”. Los artículos de este número exponían prácticamente la enseñanza de la Ciencia Cristiana de que el Espíritu y no la materia, es la verdadera substancia. También se señaló la inagotable naturaleza de la substancia como fuente de la abundancia del hombre. Otro artículo revelaba que la actividad espiritual que resulta en curación, es la substancia de la idea de Iglesia en la Ciencia Cristiana.
Nuestra Guía solicitó nuestra ayuda para contribuir a que el Journal cumpla su misión ordenada por Dios. No basta el subscribirse a él. Debemos usarlo — usarlo con interés.
Al igual que todos los misioneros, el Journal debe ser comprendido a la luz del Principio divino, la cual inspiró su fundación. Muchos más de entre nosotros debiéramos escribir artículos para él. Todos debiéramos leer y amar sus inspiradores artículos y editoriales y compartir la inspiración con nuestra familia y amistades. La inspiración que se comparte es inspiración que se duplica. Al abrir nuestros corazones para hacerlo, nos encontraremos ofreciendo con entusiasmo a otros los sanadores mensajes de nuestro Journal. La presente no es época para la timidez.
Por ejemplo, ese mismo número cuyo tema principal fue la substancia, ¿no habría sido una bendición para algún hombre de negocios que ustedes conozcan y que pueda estar agobiado por el alza de impuestos, de costos de producción y por las complejidades de ésta nuestra época de computadoras? ¿O quizás a algún amigo que tenga lo que se llama un ingreso limitado? ¿O a una persona que haya perdido su fe en los remedios materiales?
Sí, por cierto; la mente carnal disfrazada de timidez, importancia, indiferencia o limitación trataría de impedir que el Journal cumpla su misión.
Todos sabemos que la resistencia a la Verdad reviste muchas formas. Hasta nuestra apatía es una forma de resistencia. Construir es la mejor manera de enfrentar al adversario. “Un adversario — en las palabras de Mrs. Eddy — es el que se opone, niega, disputa, no uno que construye y sostiene la realidad y la Verdad” (Ciencia y Salud, pág. 580).
Cristo Jesús, el más grande arquitecto espiritual, utilizó sus herramientas de comprensión espiritual para mejorar todas las situaciones que encaró. Él estaba siempre ocupado en los asuntos de su Padre. Lo mismo debemos hacer nosotros. ¡ Por cierto que podemos hacer esto por nuestro mundo!
Jamás debemos permitirnos tomar nuestros periódicos a la ligera. En una época en que los aviones vuelan más rápido que el sonido y en que los astronautas circundan la luna, nosotros debemos abandonar nuestra manera de pensar limitada y complaciente, y aceptar el desafío que entraña expandir el pensamiento espiritual hasta que realice su pleno potencial.
Los aquí presentes estamos embarcados ¡ en la más grande misión de construcción que sea dable imaginar! ¿Podríamos acaso disponer de mejores herramientas de las que nuestra Guía nos ha suministrado? No nos desalentará la magnitud de nuestra obra de construcción cuando reconozcamos que el Principio, Dios, ejecuta lo que Él inspira.
Cuando Jesús envió a los setenta y éstos volvieron con gozo diciendo (Lucas 10:17): “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”, se sintieron muy fortalecidos y alentados por su propia obra; tan bendecidos como aquellos a quienes habían sanado. Impulsados por el poder del Cristo, la Verdad, nosotros hoy día somos enviados al mundo para usar nuestras herramientas espirituales para iluminar. Y nosotros también volveremos con gozo.
Recordemos que Mrs. Eddy nos pidió que ayudáramos al Journal en su sagrada misión. Esa misión es una misión de alcances mundiales. Hemos respondido a su llamado en cierta medida, de lo contrario no estaríamos aquí. Y trabajando juntos para este fin, podemos hacernos acreedores a la más dulce recompensa de todas las alabanzas:... “has sido fiel” (Mateo 25:21).
Cómo el “Christian Science Sentinel” y “El Heraldo de la Ciencia Cristiana” ayudan al Científico Cristiano en su misión de curar a las naciones
Para comprender que las condiciones discordantes que vemos en todas partes son ilusorias y que la armonía, no la discordancia; el bien, no el mal; el amor, no el odio representan la única realidad, se requiere un constante proceso de purificación y clarificación del pensamiento. Los periódicos de la Ciencia Cristiana contribuyen poderosamente a este proceso...
Los nombres que Mrs. Eddy dio al Christian Science Sentinel y al Heraldo de la Ciencia Cristiana constituyen de por sí notables definiciones de la función que desarrollan para fortalecer, purificar y despertar el pensamiento.
Ustedes recordarán que Mrs. Eddy fundó el The Christian Science Weekly el 19 de septiembre de 1898, pero que menos de cinco meses después le cambió el nombre por el de Christian Science Sentinel.
El primer número del The Christian Science Weekly mostraba la importancia que daba Mrs. Eddy a mantenerse informado de lo que ocurre en el mundo. La primera edición anunciaba que la publicación incluiría “una breve sinopsis de los acontecimientos actuales en el mundo”. Para difundir el evangelio debemos mantenernos informados de lo que ocurre en el mundo. En el Sentinel y en el Heraldo Mrs. Eddy nos ha dado un medio de comunicación por el cual puede hacerse llegar la verdad al mundo.
Los Heraldos muestran que la Ciencia Cristiana es una religión mundial, no una religión norteamericana u occidental, sino la Verdad revelada para todos los hombres. El Apóstol Pablo fue guiado a diseminar las enseñanzas de Jesús e incluir a los desdeñados gentiles. Viajó extensamente para lograrlo.
Pienso de los Heraldos y del Sentinel como si fueran “Pablo en letra de molde” llevando el mensaje de la disponibilidad universal de la Verdad a todo el mundo... El alcance cada vez mayor que tiene el mensaje bien pueden ilustrarlo dos ejemplos tomados de Indonesia.
La mayoría de los indonesios son musulmanes, y los musulmanes siempre han creído que existe un solo Dios... Y ahora están comenzando a aprender, por medio de la Ciencia Cristiana... cómo Dios cura cuando se comprende espiritualmente la relación del hombre con Dios.
Un estudiante universitario estaba sufriendo de una enfermedad considerada incurable. Este estudiante escuchó una conferencia de la Ciencia Cristiana y obtuvo dos ejemplares de la edición indonesia del Heraldo, llamada “Bentara” en su idioma. Los estudió y repentinamente se sintió bien. Cuando una tía suya vio su apariencia totalmente cambiada, ella y su hija comenzaron a concurrir a la iglesia de la Ciencia Cristiana. El joven también llevó a su prometida a la iglesia con el resultado de que ahora ambos, pues contrajeron matrimonio, son devotos estudiantes de la Ciencia Cristiana y miembros de La Iglesia Madre.
El otro caso es el de un joven padre de familia que se encontraba solo en su casa con su hijo pequeño que estaba padeciendo de una grave disentería. Comenzó a leer unos ejemplares del Heraldo y uno de los editoriales titulado: “Argumento constructivo” captó su atención. Se empeñó en aplicar la verdad señalada en el mismo y en tres días su hijo sanó completamente. Este joven padre es ahora miembro activo en la iglesia y en la Escuela Dominical.
Esta edición indonesia del Heraldo, este eficaz miembro de la familia de los Heraldos, tiene ya más de siete años de edad. El crecimiento de la Ciencia Cristiana en Indonesia bien puede atribuirse en parte a la amplia distribución del Heraldo. Una y otra vez oímos que el primer contacto de un indonesio con nuestra religión ha sido por medio del “Bentara”, o sea, por medio del Heraldo. No es de sorprenderse, entonces, de que las conferencias de la Ciencia Cristiana en Indonesia se vean repletas de gente deseosa de saber más acerca de esta maravillosa verdad, ni es tampoco de admirarse de que el movimiento se esté expandiendo rápidamente en ese país... No hay nada que pueda substituir al Heraldo para comunicarse en el idioma del país.
Me he referido primordialmente a Indonesia porque de ello puedo hablar por experiencia propia, ya que he vivido allí más de ocho años y medio. En los últimos dos años en que mi esposa y yo vivimos en ese país, la comunidad norteamericana estuvo sujeta a tremendas tensiones y presiones. Los sindicatos controlados por los comunistas se negaron durante algún tiempo a recibir o distribuir la correspondencia norteamericana, se interrumpió el suministro de electricidad a los hogares norteamericanos, las bibliotecas del USIS (Servicio de Información de los Estados Unidos) fueron incendiadas, las ventanas de nuestra residencia fueron rotas y algunos de nuestros muebles fueron quemados. El 14 de marzo de 1964 el Christian Science Sentinel publicó un editorial titulado “No Violence in the Land” (No hay violencia en la tierra), el cual me ayudó enormemente a aferrarme a la verdad de que la violencia es algo de lo cual Dios no puede tener conocimiento y que el mal sólo puede destruirse a sí mismo.
En esa época, el embajador de otro país cuya residencia también había sido objeto de violentas manifestaciones, me dijo: “¿Cómo hace Ud. para mantener su ecuanimidad en circunstancias como éstas?” Sin vacilar, contesté: “Debe uno decirse a sí mismo lo que dijo Jesús: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ ” (Lucas 23:34). “¡Ya quisiera yo poder ser tan compasivo!” me contestó agriamente.
De pronto me di cuenta de que, aunque me entristecía la aparente destrucción de cosas bellas... no sentía el más mínimo resentimiento u odio hacia aquellos que las habían destruido. Sólo sentía amor en mi corazón por el pueblo indonesio y un claro sentido de la impersonalidad y autodestrucción del mal.
En la Biblia leemos (Apocalipsis 22:2): “... y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”. Muchas veces he pensado que no sería considerar muy literalmente que estas hojas mencionadas en la Biblia sean las páginas de la Biblia y de Ciencia y Salud, junto con los periódicos de la Ciencia Cristiana que difunden en el mundo la Palabra de Verdad contenida en estos dos grandes libros. Nuestra Guía nos da esta consoladora certeza en Retrospección e Introspección (págs. 94 y 95): “En esta época y en los siglos venideros, regados por el rocío de la Ciencia divina, este ‘árbol de la vida' florecerá con más libertad, y sus hojas serán ‘para la sanidad de las naciones’ ”.
Nuestros periódicos, y no menos estos mensajeros, el Sentinel y el Heraldo, son indispensables para el trabajo de los Científicos Cristianos en la curación de las naciones.
Y os restituiré los años que comió
la oruga...
Comeréis hasta saciaros, y alabaréis
el nombre de Jehová vuestro Dios,
el cual hizo maravillas con vosotros.
Joel 2:25, 26