“Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:27).
Hace muchos años, cuando trataba de solucionar un problema de unas protuberancias que me habían aparecido en el pecho, me di cuenta de que, como Científica Cristiana, tenía una oportunidad para probar el poder de Dios sobre la enfermedad. Llamé a un practicista de la Ciencia Cristiana y lo fui a ver inmediatamente. Él comenzó a darme tratamiento por medio de la oración. Esta curación no se produjo rápidamente. Durante el primer año no se evidenció mucho progreso. En efecto, los síntomas físicos parecían empeorar. Entonces, una tarde, me di cuenta de que tenía mucho que hacer de mi parte, que necesitaba espiritualizar mi consciencia. Durante el segundo año, a medida que obtenía un concepto más claro de la omnipotencia de Dios y de Su omnipresencia, se manifestaron interesantes pruebas de la verdad.
Una de éstas fue la conquista sobre el temor. Aprendí esta lección: “Cuando desaparece el temor, se desvanece la base de la enfermedad” (Ciencia y Salud por Mrs. Eddy, pág. 368). Otro progreso fue que pude estudiar largas horas a pesar del continuo dolor.
Una noche, fui a una conferencia de la Ciencia Cristiana y escuché al conferenciante referirse varias veces a la gran fe de la mujer sunamita cuyo hijo, según lo relata la Biblia, (véase II Reyes 4), fue resucitado por el profeta Eliseo. Después de la conferencia, cuando volvía a casa, medité profundamente sobre la clase de fe que tenía la sunamita. Repentinamente mi consciencia se elevó por encima del dolor. Fue como si hubiera observado el dolor desde la cima de una montaña. Al día siguiente se produjo la cirujía mental, todos los síntomas de la enfermedad desaparecieron, y ése fue el fin del problema.
Estoy muy agradecida por el trabajo consagrado del practicista y por su paciencia al guiarme a tomar los pasos conducentes a la purificación de mi consciencia.
La inspiración de esta curación ha fortalecido mi comprensión de las leyes de Dios como nos son dadas en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud.
Pacific Palisades California, E. U. A.
