Hace Años que estudio la Christian Science. Cuanto más estudio la Biblia y los escritos de Mary Baker Eddy, más me atraen las enseñanzas y la vida de Cristo Jesús. El amor que su vida da a la humanidad me conmueve profundamente y siento que apenas he empezado a vislumbrar su significado. La necesidad de aprender más me lleva a los Evangelios, y allí descubro la verdad de estas palabras: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Heb. 13:8). La Christian Science me ayuda a ver que esto es cierto en todos los aspectos en que uno pueda pensar.
Comparada a la de muchas personas que conozco, mi vida ha estado libre de enfermedades. Sin embargo, en ocasiones he necesitado sanarme. Cuando considero retrospectivamente esas ocasiones, las veo como períodos de notable crecimiento espiritual.
Hace años mi esposa y yo hicimos planes para irnos de viaje un fin de semana. Al tiempo de salir, me salieron en la cabeza varias llagas dolorosas. Llamé a un practicista de la Christian Science para que me diera tratamiento, y con mi esposa decidimos seguir adelante con nuestro viaje. Siempre había confiado en la oración cuando no estaba bien, y cuando llegamos al hotel oré antes de acostarme. A la mañana siguiente me desperté con la convicción inamovible de que debía estudiar el capítulo "Los pasos de la Verdad" en Ciencia y Salud. Lo leí, reflexioné sobre lo que decía, y oré con las ideas que presentaba. Lo leí varias veces.
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