Ezequiel, profeta.
Como una era glaciar
y su arrollador deshielo
fue tu mensaje,
Ezequiel,
trasladando edades
hacia otros cultivos.
¿Quién no ha visto
las profundas huellas de tu mensaje
sobre el páramo de la necedad?
¿Quién no permitió
ser rescatado hacia las alturas
en la dinámica de tu revelación?