Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Un salmo para ti

Del número de enero de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Si subieras a la cima de una montaña cubierta de nieve,
y entre las plumas de un águila dorada te ocultaras,
allí mismo estaría el Amor,
porque Dios está en todas partes.

Si caminaras por lo profundo de la selva
y navegaras río abajo sobre el lomo de un cocodrilo,
el Amor te estaría cuidando,
porque Dios está siempre contigo.

Y si fueras al fondo del océano verde azulado
y le hicieras cosquillas a un pulpo rosado,
el Amor incluso estaría allí,
porque Dios está en todas partes.

Si treparas por el arco iris hasta la cima del color rojo,
y te deslizaras por el naranja hasta el fondo del violeta,
Dios te recibiría en Sus brazos,
por lo mucho que te quiere.

Si estuvieras temeroso, enfermo o triste,
y si te sintieras perdido
en la oscuridad de una noche tormentosa,
Dios con Su luz pura haría brillar la oscuridad.

Dios te recordaría entonces que tú eres Su hijo,
siempre a salvo y protegido bajo Su cuidado.
Dondequiera que estés, está el amor de Dios,
porque Dios está en todas partes.

Basado en el Salmo 139:8–11

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 2002

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.