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La edición en japonés de El Heraldo de la Christian Science

Del número de marzo de 2003 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El segmento del mes pasado de esta serie trató sobre el pensamiento y el esfuerzo que hizo La Sociedad Editora de la Christian Science para decidir qué enfoque adoptar para responder a Asia.

Se puso mucha atención sobre qué idiomas debían elegirse para llegar al mayor número de personas posible. Después de mucha reflexión, La Junta Directiva de la Christian Science y la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Christian Science aprobaron dos nuevas ediciones trimestrales del Heraldo, una en indonesio y otra en japonés. El mes pasado hablamos de la edición en indonesio, y este mes hablaremos del japonés.

Como en otros países, la Christian Science fue introducida en Japón a través de los esfuerzos de individuos, no de la organización de una iglesia. En 1971, Sute Mitsui, una mujer japonesa de mucho dinero, y con una salud muy delicada, comenzó a buscar una alternativa a la felicidad mundana. Había investigado varias religiones y llegó a conocer a varios misioneros estadounidenses y británicos. Uno de ellos le contó sobre la Christian Science, y le dio un ejemplar en inglés de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Emi Abiko, A Precious Legacy: Christian Science comes to Japan (Boston: E. D. Abbott Company, 1978), págs. 11–12.

Por ser la sociedad japonesa tan diferente de la cultura occidental, había que tener realmente valor para tomar la decisión de estudiar la Christian Science, a principios del siglo XX. Generalmente, significaba romper con las tradiciones culturales y seguir el cristianismo, una religión profesada por una verdadera minoría en Japón. No obstante, eso no desalentó a la Sra. Mitsui, y como fruto de su estudio ella sanó del semi-invalidismo que la había atormentado por tanto tiempo.

Otra señora, Miyo Matsukata tenía padres japoneses pero había nacido y crecido en los Estados Unidos. Después de casarse con Shokuma Matsukata, hijo del Ministro de Economía y Primer Ministro de Japón, ella y su esposo regresaron a Japón. La Sra. Matsukata era una buscadora espiritual, y asistió a una conferencia de la Christian Science con una amiga estadounidense, y quedó tan impresionada con el mensaje de la conferencia que comenzó a estudiar la Christian Science.

Tatsuo Takaki vivía con su esposo e hijos en Nueva York cuando su mucama japonesa enfermó gravemente. Su condición parecía no tener esperanza de sanar. Fue entonces que una amiga le contó a la Sra. Takaki sobre la Christian Science y cuando la mucama sanó con un solo tratamiento, la Sra. Takaki y sus hijos empezaron a estudiar la Christian Science. Después que su esposo fallecío, la Sra. Takaki regresó a Japón y descubrió que su madre ya estaba estudiando esta Ciencia. Estas tres mujeres, y muy pronto otras personas, tenían que estudiar el libro de Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud, en inglés porque no había una traducción al japonés.

La Sra. Matsukata ya tenía un buen conocimiento de inglés por lo que podía leer el libro sin ayuda. Las otras dos mujeres obtuvieron ayuda con su inglés de Florence E. Boynton, una estadounidense que vivía en Japón. A medida que aumentaba el número de personas interesadas en la Christian Science, el trabajo de la Srta. Boynton como tutora de inglés fue creciendo.

Con el correr de los años, muchas cosas ocurrieron en Japón. Los gobiernos y políticas cambiaron, y se volvió más militar. La Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto devastador en el país. No obstante, los Científicos Cristianos japoneses perseveraron en sus esfuerzos por aumentar su entendimiento espiritual. De manera que para fines de la década de 1950 cuando La Junta Directiva de la Christian Science y la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Christian Science se pusieron a considerar qué idiomas debían elegir para lo que primero pensaron sería un Heraldo de la Christian Science asiático, se vio la clara necesidad de publicar materiales de estudio en japonés.

Sin embargo, a diferencia de otros idiomas, el japonés tiene un alfabeto diferente y se tenía que tener en consideración otras cosas. Como dice Emi Abiko en su historia de la Christian Science en Japón: “Para empezar, estaba la pregunta básica de cómo traducir la palabra Dios y los siete sinónimos de la Deidad, que da el libro de texto de la Christian Science. Para el pensamiento japonés, hay muchos dioses, muchas mentes, muchos espíritus, y muchas almas. Y en japonés no se usan letras mayúsculas para distinguir entre Dios y dioses, Mente y mente”. Ibid., págs. 103–104.

Con el apoyo de Erwin D. Canham, Redactor de The Christian Science Monitor, que incluye un artículo religioso sobre la Christian Science que se publica diariamente, algunos miembros de la Iglesia de Cristo, Científico, en Japón comenzaron la difícil tarea de traducir un artículo al japonés. Este primer artículo en japonés fue publicado en el Monitor el 30 de abril de 1958.

Para 1959, también se estaban haciendo gestiones para traducir Ciencia y Salud al japonés aunque los problemas para hacerlo parecían insuperables. Uno de los obstáculos que los Cientificos Cristianos japoneses de más experiencia enfrentaban era que puesto que habían estudiado esta Ciencia sólo en inglés, les resultaba difícil hablar con la gente sobre la Christian Science en japonés. Como dice la Sra. Abiko: “En lo que a la Christian Science se refería, todos pensábamos en inglés y hablábamos en inglés”. ibid., pág. 107.

Los ayudó mucho la llegada de Toshi Morikawa, una mujer japonesa que había vivido en Inglaterra y estudiado en los Estados Unidos, por lo que era verdaderamente bilingüe y conocía muy bien esta Ciencia. Su habilidad y conocimiento dio un impulso al comité de traducción que no había tenido antes. (Véase su relato sobre los años recientes del Heraldo a continuación de este artículo.)

Todo esto se estaba desarrollando en momentos en que La Junta Directiva de la Christian Science y la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Christian Science consideraban qué idiomas debían aparecer en un nuevo Heraldo multilingüe para servir a Asia.

Uno de los elementos que los Directores y los Fideicomisarios deben de haber considerado cuidadosamente era si había suficientes estudiantes de la Christian Science que hablaran el idioma que se estaba teniendo en cuenta para una nueva revista trimestral. Se pensaba que El Heraldo de la Christian Science era un esfuerzo misionero de manera que no había muchas expectativas de que fuera redituable. Al mismo tiempo, los Fideicomisarios estaban muy conscientes del costo y trataban de llegar a una solución que respondiera a la necesidad pero que no fuera demasiado costosa.

Para el 17 de marzo de 1961, los Directores habían dejado de lado la idea de producir una revista en varios idiomas y en su lugar pidieron la publicación de una edición en japonés y otra en indonesio. Estas dos publicaciones periódicas trimestrales fueron el resultado de una cuidadosa revisión no tan sólo de los costos sino de los lugares donde una nueva revista haría el mejor bien.

De 1961 a 1976, la edición en japonés de El Heraldo de la Christian Science fue el principal recurso para los miembros de la iglesia y para otras personas que estudiaban la Christian Science en Japón. Durante ese período la iglesia de Tokio progresó mucho. Los miembros pidieron permiso para traducir partes de Ciencia y Salud y usarlas al estudiar la Lección Bíblica Semanal que aparece en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science. El uso de la traducción Kogo (coloquial) de la Biblia les permitió celebrar un servicio religioso en japonés al mes. Y a medida que los traductores fueron adelantando en su trabajo, para 1970 pudieron celebrar un servicio en japonés a la semana.

Gradualmente, los miembros de las iglesias fueron haciendo la transición de apoyarse en el inglés a poder transmitir las ideas de la Christian Science en japonés. La palabra hablada se fue desarrollando en esa dirección a medida que lo hacía la palabra escrita. Para 1960, los testimonios de curaciones en inglés eran traducidos al japonés en las reuniones de testimonios de los miércoles de modo que todos pudieran entender. Esta transición mental del inglés al japonés estaba ocurriendo incluso a medida que se estaba haciendo la traducción de Ciencia y Salud al japonés. El libro, ansiosamente esperado, fue publicado en junio de 1976.

Desde entonces, la edición en japonés de El Heraldo de la Christian Science ha progresado junto con las otras ediciones trimestrales. Por un corto tiempo, a principios de la década de 1990, se transmitió un programa radial en japonés. El mismo se centraba principalmente en la Lección Bíblica Semanal. Los programas fueron descontinuados cuando se redujeron las actividades de divulgación de la Iglesia.

Toshi Morikawa relata a continuación, el progreso que el Heraldo ha tenido en Japón desde entonces.

El Heraldo hoy

es la coordinadora de redacción para el Heraldo. En este artículo, ella nos explica cómo se inició el grupo de redactores voluntarios y lo que han aprendido al trabajar juntos para esta publicación.

Nuestro grupo se inició en Tokio en 1997, después que La Sociedad Editora de la Christian Science invitó a distintos equipos locales de miembros a hacer los trabajos de redacción y producción para cada uno de los Heraldos trimestrales. Nuestro equipo reúne los artículos y testimonios en japonés y sugiere qué artículos de sus publicaciones hermanas, el Christian Science Sentinel y The Christian Science Journal, deberían traducirse del inglés para la edición japonesa. Asimismo, hemos estado meditando profundamente sobre cómo podemos compartir el Heraldo con el público japonés.

Colaboradores de habla japonesa

Los Científicos Cristianos de Japón y otros sitios, respondieron a nuestro llamado y han remitido artículos y testimonios. Conté 43 artículos y testimonios originales escritos especialmente para el Heraldo japonés en los últimos cinco años, y varios han sido publicados nuevamente en otras ediciones del Heraldo, además del Sentinel y el Journal.

La columna llamada “A nuestros lectores”, que tiene muchos admiradores entusiastas, está escrita por un miembro del grupo de redactores, aquí, en Japón.

El miembro del equipo que realiza la planificación de la revista, crea hermosas páginas monocromáticas, utilizando diferentes tonos de negro y gris. Muchos artistas han contribuido con su talento creativo para embellecer las páginas con calidez, alegría y afecto.

Edición trilingüe durante la Copa Mundial

El número de abril de 2002 fue muy especial. Una edición trilingüe en japonés, coreano e inglés, que fue designada para celebrar que Japón y Corea del Sur fueron los anfitriones en conjunto de la Copa Mundial de Fútbol. Comenzamos a planearlo dos años antes del acontecimiento. La idea provino de nuestro deseo de proporcionar algo de literatura de la Christian Science en idioma coreano. (Para conocer el impacto que este ejemplar especial produjo en los Científicos Cristianos de Corea, ver el artículo relacionado con esto en la página 40.)

Una respuesta a las necesidades ajenas

El trabajo para el Heraldo le ha dado, a este grupo de redactores voluntarios, mayor discernimiento acerca de la sociedad japonesa. Oramos continuamente para saber de qué manera la Christian Science puede satisfacer las necesidades de la gente. Esto nos ha dado una nueva actitud mental para contemplar nuestra propia sociedad y el mundo en general.

Nos produjo una gran emoción que nuestro ejemplar “En la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”, saliera apenas algunos días después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Había sido planeado casi un año antes. No pudimos menos que sentir que Dios estaba realmente guiándonos en este trabajo.

Se difunde el mensaje

Desde el comienzo mismo, el grupo redactor del Heraldo ha pensado mucho en aumentar la circulación de la revista.

Cuando sale una nueva publicación, normalmente enviamos alrededor de cien ejemplares a diferentes organizaciones: la universidad y bibliotecas públicas, grupos de mujeres y organizaciones de beneficencia. Incluimos una carta pidiendo a los que lo reciban que se pongan en contacto con nosotros si desean obtener una suscripción gratis por un año. Al principio, nos sentíamos un poco desalentados dado que las respuestas no aparecían. Entonces, pensamos en telefonearles, y por supuesto, un gran número de personas aceptó nuestro regalo. De 10 a 20 nuevas suscripciones se añaden cada trimestre. Después de un año, les preguntamos si desean que continúe la suscripción. Un sesenta por ciento contesta afirmativamente.

El mensaje de la Christian Science está ahora llegando a las bibliotecas universitarias más importantes de Japón, a las bibliotecas públicas, y a otras organizaciones en toda la nación, así como a expertos en religión, redactores de revistas y periódicos. Estamos muy agradecidos por este progreso y estamos ansiosos de que ver aún más progreso en el futuro.

El Heraldo desenreda mis pensamientos

No tengo ningún hobby en especial, pero una cosa que me encanta es la lectura. Cuando estoy enfrascado en un libro, mis preocupaciones diarias quedan de lado y siento como si los hilos de mi vida se desenredaran.

El Heraldo en japonés que un amigo me envía regularmente, muy a menudo me brinda esa sensación. Yo no soy Científico Cristiano (soy budista), de modo que el Heraldo al principio, me parecía un poco extraño. Pero un día, mientras lo leía, me llamó la atención la belleza de una frase. Aclaró mi pensamiento, dándole un orden prístino. Tal era la claridad del artículo. Era fácil de entender pero a la vez, imbuido de profunda percepción. Era extremadamente lógico pero al mismo tiempo muy cálido. Soy escritor y el artículo tuvo tal impacto en mí, que continué leyéndolo una y otra vez, antes de empezar a escribir.

No parece ser posible cambiar los hábitos o los esquemas de pensamiento de un día para el otro, pero creo que el Heraldo me está atrayendo en esa dirección. Ésta quizá no sea la forma de pensar de la Christian Science, pero eso es lo que siento. Algunas partes de la revista me resultan muy difíciles de entender, pero siempre que lo leo, siento como que la niebla se levanta delante de mis ojos. Sigo leyendo porque quiero seguir teniendo esa sensación que me produce leer el Heraldo.

Para superar la nostalgia... lea el Heraldo

Vivo muy lejos de mi trabajo, lo que implica que paso cinco horas y media diarias en el tren. Uso ese tiempo para estudiar la Lección Sermón del Cuaderno Trimestral de la Christian Science y para leer detenidamente el Heraldo. Las Lecciones me proporcionan conocimientos espirituales contenidos en Ciencia y Salud, y el Heraldo me enseña cómo sanar los problemas que enfrento en mi vida diaria.

Hace poco sané de angustia y de la nostalgia por el hogar. Durante muchos años deseé volver a Tokio donde me crié. Tengo muchos amigos en esa ciudad y constantemente me decían que es un gran lugar y que debía volver a vivir allí. Finalmente les dije a mi esposa y a mi hijo que me gustaría que considerásemos la posibilidad de regresar a Tokio, a lo que se opusieron rotundamente. Mi esposa me dijo que no soportaría quedarse más de tres días seguidos en esa ciudad y mi hijo insistió en que su hogar estaba en Kobe. Enfrentado a tal férrea oposición, mi corazón anhelaba mucho más estar en Tokio.

Fue en esos días que leí el artículo de Takashi Oka titulado: “Ciudadano del cielo,” que fue publicado en la versión japonesa del Heraldo de abril de 2002. Me llamaron poderosamente la atención las siguientes palabras: “Nunca estoy fuera de mi comunidad, mi propio hogar, dondequiera que esté”. El Sr. Oka también escribió: Soy un ciudadano del Reino de los Cielos.” Después de orar un rato, me sentí elevado. Me dije a mímismo: “Por cierto, soy el reflejo de Dios, soy Su hijo, por lo tanto soy ciudadano del cielo”. Me di cuenta de que la nostalgia por estar en un lugar distante proviene de un sentimiento mezquino ligado al mundo que no es de naturaleza espiritual. Este anhelo desapareció inmediatamente. Ahora vivo día a día, confiado en que siempre puedo encomendar mi cuidado a Dios.

Sana de tristeza

Un artículo titulado “Nunca te des por vencido”, publicado en el número de abril de 2001 del Heraldo me ayudó mucho cuando tuve una enfermedad por mucho tiempo. Mientras continuaba estudiando, sin darme por vencida y confiando en que Dios me sanaría, no sólo sané de la enfermedad sino que obtuve una nueva convicción de que podía vivir cada día rodeada del Espíritu. También aprendí que estamos verdaderamente bendecidos cuando vivimos en todo momento en unidad con el Cristo, la Verdad.

En un número reciente del Heraldo en japonés, leí la historia de una señora cuya madre había fallecido. Ella había tenido una relación muy feliz con su madre y le invadió una profunda tristeza, sintiendo que ya no tendría la calidez y el amor tan especial de su mamá. Después de orar por un tiempo, comprendió que el amor que su madre expresaba hacia ella era en realidad el amor de Dios que su mamá expresaba, y puesto que Dios es eterno, este amor nunca se puede acabar.

Justo por esa época, fallecieron varias personas a las que yo quería mucho. Pude comprender que cada una de ellas tenía vida continua en el Espíritu, y que el amor que me habían brindado era en realidad el amor que venía de Dios. También me di cuenta de que ese amor es inagotable y se nos brinda a mí y a todas las personas de muchas maneras diferentes.

Yo estoy ayudando con la producción local del Heraldo en japonés. Esta labor me da un impulso natural de estar pensando constantemente en las necesidades de mi país, y en el mundo de hoy, y seleccionar artículos que respondan a dichas necesidades, escuchando la voz de Dios.

El Heraldo visita Corea

Durante los casi cien años en que El Heraldo de la Christian Science ha sido publicado, ha habido ediciones en varios idiomas así como ejemplares que se editaron por única vez y que combinaron más de una lengua. En el año 2002, se publicó una edición especial del Heraldo para que coincidiera con la Copa Mundial de Fútbol en Japón y Corea. So Whan Hyon, que vive en Corea y es miembro de la Sociedad de la Christian Science alli, cuenta aquí el efecto que tuvo esta revista, tanto en él, como en otros miembros de la iglesia.

En dicha versión del Heraldo en japonés, coreano e inglés, se publicaron por primera vez testimonios en idioma coreano. Este número, que también incluía una traducción al coreano de “Ángeles”, por Mary Baker Eddy, y un artículo inspirador escrito por un famoso periodista internacional, Takashi Oka. El Heraldo despertó gran interés entre los miembros de nuestra Sociedad de la Christian Science en Seúl, sus amigos y nuevos lectores del Heraldo y de Ciencia y Salud. Para mucha gente, las dudas acerca de la posibilidad de poner en práctica la Christian Science, parecen haberse convertido en gestos de aprobación. Estos testimonios de curación son ejemplos vivientes de la manera en que la Christian Science resuelve los problemas de la vida diaria.

Al igual que en otros países, hoy en día encontramos en Corea una creciente demanda por la salud y la curación. Considero que más artículos en coreano, junto con un mayor número de curaciones de gente de esta nacionalidad, respondería a las demandas por la Christian Science en nuestra tierra.

Curación de una enfermedad de la piel

Crecí en un medioambiente que nada tenía que ver con el cristianismo. No obstante, de pequeño, leí una historia de Jesús en un libro para niños. Quedé tan impresionado con él, que deseaba conocer a este hombre y ser su discípulo. Después de algunos años, me pregunté por qué era que si Jesús y sus discípulos podían curar, el cristianismo de hoy no lo podía hacer. Así mismo me preguntaba si existía en la actualidad un cristianismo que sanara.

Como la Sociedad de la Christian Science quedaba cerca del colegio al que asistía en Kyoto, a menudo sacaba ejemplares del Heraldo de la caja de distribución gratuita de literatura que tenía la Sociedad. Después de leer el Heraldo durante varias semanas, comencé a pensar en la posibilidad de golpear la puerta de la sociedad. Tomé mis precauciones ya que varios grupos religiosos a menudo hacen proselitismo y algunos daban la sensación de ser trucos para juntar dinero. Sin embargo, un día, decidí visitar la sociedad y a partir de esa experiencia, comencé a asistir a los servicios dominicales. También pasaba algunas tardes en la Sala de Lectura leyendo los Heraldos. Después de varias semanas, comencé a leer Ciencia y Salud.

He sido estudiante de la Christian Science desde ese momento. He tenido muchas curaciones, incluso sané de una enfermedad de la piel. Ésta me había estado afectando por más de un año y medio y se me había extendido por todo el cuerpo, incluso en la cara. Eso me descorazonó profundamente, y muchas veces casi perdí las esperanzas, y dudaba de si no debería ir a un hospital. Pero nunca me di por vencido. Pensé en dejar de ir a la iglesia para regresar cuando estuviera sano. Pero entonces pensé que “la gente va al hospital cuando está enferma, no cuando está sana”. Pensé que los servicios de la iglesia eran mi hospital, entonces decidí asistir a los servicios con regularidad. Un miércoles, escuché que el Primer Lector leía el Sermón del Monte que dio Jesús. En ese momento sentí un rayo de luz en mi conciencia. Me di cuenta de que era importante vivir bajo este Sermón, y me invadió un sentido de penitencia. A la mañana siguiente, observé que la condición de la piel que había estado empeorando, comenzó a mejorar. Comprendí que le había estado prestando mucha atención al mirarme al espejo, y dejé de hacerlo. Me di cuenta de que era importante afirmar mi verdadera identidad que es espiritual. También descubrí que había sentido sentimientos de odio y venganza hacia una persona. Me había olvidado del mensaje de amor del Sermón del Monte. Empecé a corregir mi pensamiento y a dejar de mirar la condición física, y ver en cambio mi verdadero ser. Y en una semana la condición había desaparecido. Esta experiencia me enseñó cómo puedo obtener la comprensión necesaria para sanar.

Sucesos mundiales en sinopsis

1970

• Traducción al griego de Ciencia y Salud.

1971

• Se lanza la primera estación espacial, la Salyut 1, perteneciente a Rusia.

• Se realizan en Indonesia las primeras elecciones parlamentarias desde 1955.

1973

• Comienzan a distribuirse las ediciones mensuales del Heraldo en español y portugués.

1975

• Finaliza la guerra de Vietnam

• Finaliza el tendido de la Gran Vía Férrea de Uhuru, que se extiende a través del remoto territorio que une a Zambia con Tanzania, una distancia de 1.859 km. Incluye 300 puentes y 23 túneles.

• Se publica la traducción al indonesio de Ciencia y Salud.

1976

• Se llevan a cabo las primeras elecciones generales libres en Portugal, lo que no ocurría desde hacía cincuenta años.

• Se inauguran los vuelos de pasajeros en el avión de producción anglo-francesa Concorde, la primer aeronave supersónica.

• Se publica la traducción al japonés de Ciencia y Salud.

1977

• La empresa Apple produce la primera computadora de uso personal que alcanza el éxito, la Apple II

1979

• Se firma el tratado de Paz entre Israel y Egipto.

1981

• EE.UU. lanza el trasbordador espacial Columbia, primer vehículo espacial que puede ser reutilizado y que además puede descender en una pista de aterrizaje convencional.

• Grecia ingresa a la Comunidad Económica Europea.

• IBM produce la primera computadora personal y la sigla PC surge como forma de diferenciar los sistemas de computación de IBM y Apple.

• El puente Humber, de 1.542 m de largo construido sobre el estuario Humber, en la costa este de Inglaterra, es designado el puente suspendido más largo del mundo. Ha mantenido este récord por 17 años.

1983

• Sally Ride se convierte en la primera mujer astronauta en ir al espacio, de los Estados Unidos.

1984

• La empresa Apple introduce al mercado la Macintosh, una computadora de escritorio con “mouse”, fácil de usar y de gran capacidad.

1986

• España y Portugal ingresan a la Comunidad Económica Europea.

• El presidente Ferdinando Marcos deja la presidencia de las Filipinas y es sucedido por Corazón Aquino.

1989

• Cae el muro de Berlín.

• Son neutralizadas las demostraciones de los estudiantes en la Plaza Tiananmen, en China

• Se transmite el primer programa radial del Heraldo en español, seguido una semana después por un programa televisivo.

1990

• Se lanza el Proyecto del Genoma Humano, diseñado para trazar el mapa de la molécula del ADN (ácido desoxirribonucleico).

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