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Una artista encuentra la espiritualidad

Del número de marzo de 2003 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Heraldo


El Heraldo entrevistó a pintora muralista y retratista mexicana de conocida y larga trayectoria.

¿Cómo es que te dedicaste al arte?

Se podría decir que fue algo que fluía naturalmente en mí. Era lo que desde pequeña me gustaba hacer, una segunda naturaleza, mi manera de expresar mis sentimientos, mis ideas, mis emociones. Por ello mi madre desde los nueve años me llevó a clases particulares de pintura. A los doce, mi segundo maestro le dijo a mi madre que yo era “un genio” y a partir de la segunda semana de asistir a sus clases, me adoptó como su ayudante para colaborar en la elaboración de unos murales enormes en la antigua iglesia de San Francisco, en una tradicional calle del Centro de la Ciudad de México.

En otras ocasiones me quedaba para darle clases de dibujo a sus alumnos que fluctuaban entre los 13 y los 60 años. Una de esas alumnas era dueña de una importante editorial de revistas y me ofreció hacer portadas. A esa edad ya recibía yo dos sueldos, en contra de las predicciones de mi madre que siempre me decía que con la pintura me moriría de hambre, creencia muy difundida entre quienes consideran que el arte no tiene valor y por lo tanto precio.

Desde entonces hice retratos y vendí mis pinturas.

En el Senado de la República hay dos lienzos tuyos, ¿no es así?

Así es. Pinté 50 m2 de murales repartidos en dos lienzos, que representa una breve historia de México. Otros muros fueron pintados frente a los míos por el pintor González Camarena, uno de los mejores artistas mexicanos. También pinté 75 m2 en el Zoológico de chapultepec, pero lamentablemente fueron removidos ilícitamente y llevados a adornar la casa de un político. Pinté otro mural para la Cineteca Nacional, otro para el Cuartel de Guardias Presidenciales de 20 m2, otro en el Hospital militar de Tuxtla Gutiérrez en el estado de Chiapas, otro en una Iglesia, que representa al hijo pródigo...

¿Sobre qué temas sueles pintar y cuáles te gustan más?

Como mencioné he pintado sobre la historia de México. El del Zoológico representa un paisaje ideal de una hacienda mexicana con pavos reales y ángeles y otro de unicornios alados en un bosque. El del cuartel es un águila de luz confrontando al “mal”, representado por una bestia metálica y amenazante y de fondo está el planeta tierra... Siempre he considerado que la buena pintura es una expresión intuitiva, emocional, más que razonada o intelectual, aunque después de realizada, pueda interpretarse racionalmente y ser explicada.

Me gustan los rostros que expresen todo tipo de emociones. Las expresiones tranquilas y dignas de ángeles. Mujeres y hombres sin deformaciones son las que pueblan mis cuadros fantasiosos, y paisajes mágicos. Me gusta mucho el desnudo también, ya que expresa la pureza del ser y su belleza.

Háblanos de tu búsqueda espiritual

Más que búsqueda ha sido un encuentro. En la academia, con mi tercer maestro, conocí a una mujer que me introdujo a la Ciencia Cristiana [Christian Science]. Yo ya estaba desiluisionada de mi religión materna, la cual mi madre no practicaba, y desconocía la de mi padre. Cuando tuve el libro de texto, Ciencia y Salud, en mis manos, lo devoré en una semana. Tenía diecinueve años, y desde entonces fue mi guía, mi médico, mi compañía. Fui a la Escuela Dominical, donde me explicaron la dimensión espiritual que yo ya intuía. Me pareció tan natural como el respirar. Me abrió las puertas a la abundancia, a la salud y al bienestar. Me elevó por encima de mis miedos de infancia y me ha protegido y curado de enfermedades y accidentes, al igual que a mis hijos, los cuales jamás recibieron asistencia médica, y fueron protegidos en accidentes, saliendo ilesos.

Este estudio ha hecho que mi vida sea totalmente diferente a la de quienes se someten a las supuestas leyes médicas, o a las de la fluctuante economía, a pesar de que éstas se quieran imponer como realidades. Con el estudio y la dedicación me he librado de muchas creencias durante más de cuarenta años.

A pesar de haber estudiado otros caminos espirituales, a la Christian Science siempre la he considerado como la más alta explicación del ser humano y su relación con Dios. Y sobre todo me ha hecho sentir que jamás existe un problema más allá de mi capacidad de resolverlo.

¿Dónde encuentras la inspiración para pintar?

En todo, en la vida misma. Tan sólo el ver lo que me rodea me inspira a interpretarlo a imitarlo desde mi sensibilidad; visto con la mirada correcta, todo es bello, todo es armonioso, y expresa esa única creación maravillosa de Dios, la Vida, el Amor.

Si tuvieras que dar un consejo a alguien que se inicia en el arte, ¿qué le dirías?

Le diría que siga su propio corazón, su intuición, y que no dude de que la expresión de la belleza y la armonía le den la abundancia que todo ser que trabaja se merece. La Mente que te hace crear la obra es la misma que a otros le hace apreciarla y remunerarla generosamente. Lo he vivido todos estos años.

¿Qué ocurre cuando la obra no sale como tú quieres?

Eso no suele sucederme ya que trato de fluir con aquello que me es natural, no me peleo con mi inspiración, la obedezco y me disciplino, pongo atención y cuidado, estoy alerta a lo que siento, y dejo que Dios sea quién lo haga.

Tengo entendido que admiras a la Mary Baker Eddy y que has leído mucho sobre ella.

Más que admiración. Estoy convencida de su misión, de su lugar en la historia y en mi vida. Fue fundamental y lo sigue siendo. Su visión, su disciplina y su rigor espiritual hicieron que hoy podamos tener una idea de lo que es el paraíso terrenal; aquella visión que tuvo Juan es una realidad actual para quien estudia y practica sus enseñanzas. Su libro y escritos y el diario internacional The Christian Science Monitor, son elementales para la historia moderna.

¿Te gustaría comentar sobre lo que la Christian Science significó para ti como persona y como artista?

Todo, sin exagerar. Para mí es una con mi vida y mi trabajo. Lo cierto es que con mi pintura creo expresar la belleza y la armonía que sé que existe como la única realidad.

¿Cuál te parece que es el papel de la mujer mexicana en la sociedad?

El papel de la mujer debiera ser el de cualquier individuo que se respete como tal, cualquier sea su sexo. Debe luchar por su dignidad y su libertad para desprenderse de ataduras de todo tipo. Debe buscar aquello que la eleve, y de hecho ya en México hay muchas mujeres valiosísimas y trabajadoras en todos los campos del quehacer humano: el Arte, la Ciencia, el deporte y la política. Muchas ya van a la par de las mujeres en países más desarrollados.

¿Piensas que la espiritualidad y la renovación del pensamiento contribuyen a que haya más armonía y a que la mujer sea más libre?

En una conferencia que di en la Cámara de Diputados cuando se empezó a celebrar el Año de la Mujer, me aplaudieron repetidas veces porque dije que aquel que mantenía esclavizada a una mujer era tan esclavo como ella; el carcelero está tan encarcelado como el preso. La renovación del pensamiento ayuda a cualquiera, sea hombre o mujer, y es obvio que eso confiere libertad. Nadie puede ser libre si está sujeto a las supuestas leyes de la materia. Dios hizo al hombre y a la mujer libres, y es nuestra obligación informarnos, buscar aquello que promueva la libertad de todas las creencias limitantes. Y para mí, la Christian Science es el camino más directo.

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