Santa es la tierra donde te encuentras,
no es un páramo sin oportunidades,
sino el Reino de los Cielos,
un lugar de posibilidades infinitas,
que el Amor divino te ha prometido a ti, Su hijo, aquí en la tierra.
Al igual que la viuda de Sarepta, 1 Reyes 17. comparte el aceite que posees —
tu consagración, amor, oración, dulzura e inspiración celestialCiencia y Salud, pág. 592..
Como descubrirás, tus propias necesidades son satisfechas, al servir a los demás.
Entonces, "se alegrarán el desierto y la soledad";
y "el yermo se gozará y florecerá como la rosa". Isaías 35:1.
San Diego, California,
Estados Unidos
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