Cuando oramos sin obtener rápido la respuesta anhelada, puede que nos invada el desaliento y desistamos en nuestra búsqueda. Incluso, puede que Le preguntemos a Dios como el Salmista: "¿Por qué escondes tu rostro...?" Salmo 44:24. Es, entonces, cuando se hace más necesario persistir en la oración y profundizar en el conocimiento de lo espiritual y verdadero.
En todas las etapas y retos del vivir, la constancia y la paciencia — como las tendría un alpinista— son las cualidades que conquistan cúspides. También al esforzarnos por sanar mediante la oración, la persistencia es elemento valioso.
En el libro Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy menciona al general Grant, que hablaba así de su campaña: "'Me propongo mantenerme en esta línea hasta terminar la contienda aunque tome todo el verano'. La Ciencia dice: 'Todo es Mente e idea de la Mente. Tenéis que manteneros en esa línea hasta terminar la contienda. La materia no os puede dar ayuda alguna'". Ciencia y Salud, pág. 492.
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