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"LA MAJESTAD DE LA CHRISTIAN SCIENCE" Y SUS MANDATOS PARA NUESTRO TIEMPO

Del número de julio de 2006 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mary Baker Eddy percibió que todos aquellos que llevan adelante la antorcha de la Christian Science pueden llegar a hacer grandes cosas. Tal vez no grandes desde el punto de vista del mundo y su definición de grandeza, pero sí con la grandeza nacida de una humildad como la de Cristo y la disposición de sacrificarse por una Causa mucho más grande que lo que podamos expresar con palabras. Es este impulso lo que nos lleva a todos a interesarnos solícitamente en cuidar los unos de los otros y de la sociedad en general. Es este amor por Dios y por la humanidad que irradia del corazón de todo Científico Cristiano consagrado.

¿Qué puede ser más noble, más valioso, que el absoluto compromiso a ésta "la más grande y más santa de todas las causas"?Escritos Misceláneos. 1883-1896, pág. 177. Mary Baker Eddy al hablar de la Ciencia Divina como el consolador que Jesús prometió,Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 55. dijo que era la "revelación final del Principio divino absoluto de la curación mental científica", ibíd., pág. 107. la levadura de la Verdad para el pensamiento del mundo, la defensa más eficaz que tiene la humanidad contra las pandemias, contra todo comportamiento humano y clima extremos, contra los sistemas materialistas de religión y medicina, incluso contra la existencia material misma. Ella escribió que "...la majestad de la Christian Science enseña la majestad del hombre".The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 188. y, a través de su vida y la obra de su vida, ella demostró el destino de esta Ciencia: el de circundar el globo, de abrazar a toda la humanidad con la curación espiritual genuina.

¿No es obvio que la Sra. Eddy esperaba que cada miembro de su Iglesia fuera un sanador en su más plena expresión?Manual de La Iglesia Madre, Art. XXX, Sec. 7. Efectivamente, ella fue muy clara sobre este punto: que la curación espiritual es la esencia misma, el fundamento, de la iglesia que Cristo Jesús estableció y la Iglesia que ella perpetuó.

Para cumplir nuestra misión y permitir que la Iglesia cumpla su destino de abrazar tiernamente a todo el mundo con la curación cristiana, es natural e imperioso cultivar la espiritualidad que es la base de la curación espiritual, la regeneración y la salvación. Cada uno de nosotros tiene el derecho divino de nutrir esta espiritualidad y darle la más alta prioridad en nuestra vida, y de estar alerta a las fuerzas mentales que, si pudieran, distraerían nuestra atención de este deseo inherente.

Un maestro, tres mandatos

La Sra. Eddy estaba muy consciente del peligro que significaría para sus seguidores, para la Causa y para la humanidad, cualquier distracción que nos apartara de esta demanda espiritual. Por ejemplo, en la última década del siglo XIX, varios de sus estudiantes trataron de adquirir la casa que ella ocupó en Lynn, Massachusetts, donde completó y publicó la primera edición de Ciencia y Salud. Al principio la Sra. Eddy los alentó, pero más tarde cambió de parecer y le envió un telegrama a William B. Johnson, uno de los Directores y Secretario de La Iglesia Madre diciendo: "Pregúnteles a los miembros acerca de la propiedad [es decir, la casa] de Lynn, ¿están ustedes adorando a la materia o al espíritu? No pueden servir a dos señores". Mary Baker Eddy a William B. Johnson, 16 de marzo de 1896, L01156, Colección Mary Baker Eddy.

Hoy, al considerar las implicaciones de su admonición, estamos convencidos de que esta Iglesia y su Causa — la curación mediante el Cristo, que demuestra la majestad de la Christian Science de manera tan convincente— prosperarán en la proporción en que nuestro Movimiento cumpla con tres mandatos que son fundamentales para servir sólo al Espíritu, Dios:

• Alcanzar una comprensión más plena del poder y la majestad de la Christian Science;

• Tomar conciencia del odio que tiene la mente carnal contra el Consolador; y anularlo; y

• Profundizar nuestro aprecio por la Sra. Eddy como Descubridora de la Ciencia del Cristo, autora de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, y Fundadora de la Iglesia que comparte esta verdad sanadora con la humanidad.

Es fundamental que reconozcamos y desempeñemos el papel de sanadores.

Implícito en estos tres mandatos está el fortalecedor requisito de que reconozcamos y desempeñemos el papel de sanadores cumpliendo la misión y el destino de ésta, la más grande y más noble de las causas. Realmente, no existe vida de mayor exaltación que aquella al servicio de un Señor, en lugar de dos.

Puede que una vida así parezca estar en constante conflicto con las interminables demandas de la existencia moderna. Pero nuestra habilidad para mantener esta consagración se encuentra profundamente arraigada en el tierno cuidado que Dios nos brinda a cada uno de nosotros. El apóstol Pablo gentilmente nos asegura: ".. . a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". Romanos 8:28. Ciertamente las vidas de muchos Científicos Cristianos humildemente dan testimonio de esta promesa.

¿En qué resulta todo esto?

Este compromiso con la curación y de mantenerse alerta, ha impulsado a la Junta Directiva a analizar detenidamente todas las actividades de La Iglesia Madre. Nos preguntamos: ¿Qué debemos seguir haciendo, por ser fundamental para nuestra misión, y qué debemos dejar de lado? ¿Cómo podemos usar con mayor eficiencia, inteligencia y sabiduría, la energía, devoción y recursos financieros de los miembros?

Durante el último año, nuestras oraciones por estas preguntas nos han impulsado a dar varios pasos importantes:

• Apoyar aún más la actividad sanadora tan fundamental de los practicistas de la Christian Science.

• Apoyar a los maestros que diariamente cumplen con dedicación su responsabilidad de sanar, enseñar y cuidar de sus alumnos, como establece el Manual.

• Asegurar que cada actividad y programa de La Iglesia Madre apoye activamente la curación espiritual.

Como parte de este renovado enfoque de la misión sanadora de la Iglesia, también hemos pensado detenidamente en el terreno de 14 acres donde se encuentra la Plaza de la Christian Science en Boston. Actualmente, alrededor de un 25 por ciento del presupuesto de la Iglesia, se gasta en cuidar de la propiedad. Durante los próximos dos años, vamos a consolidar las oficinas administrativas y consideraremos alternativas para hacer uso de los espacios vacíos, manteniendo al mismo tiempo el control de toda la Plaza.

Este enfoque sanador también nos ha hecho tomar cada vez más conciencia de la importancia de percibir correctamente a Mary Baker Eddy como la Descubridora de la Christian Science, a través de la cual esta revelación de la curación mediante el Cristo fue dada al mundo. La Sra. Eddy misma repetidamente exhortó a sus seguidores a dejar de pensar en la experiencia humana de ella, y a centrar su atención en la importancia espiritual de la obra de su vida. En una carta a un clérigo, ella escribió: "Aquellos que me buscan en persona, o en otra parte que no sea en mis escritos, me pierden en lugar de encontrarme".Miscellany, pág. 120.

En base a esta declaración, nos hemos preguntado: "¿Qué prioridad debemos dar a la reparación y mantenimiento de las antiguas casas de la Sra. Eddy en Chestnut Hill y en Lynn, Massachusetts? ¿De qué manera esos gastos de muchos millones de dólares se comparan con el gasto que directamente apoya — y de hecho, lleva adelante— la misión esencial de sanar que tiene esta Iglesia? ¿Es acaso la preservación de esas propiedades el uso más acertado que ella nos habría recomendado hacer de los recursos de la Iglesia?

Como hemos visto, con el tiempo la opinión que nuestra Guía tenía sobre su casa en Lynn, claramente fue cambiando. En 1901, ella expresó nuevamente interés en la preservación de la casa. Sin embargo, para 1910, cuando el dueño del lugar le preguntó si deseaba "tomar alguna acción respecto al futuro de la casa", un secretario garabateó en el sobre: "La Sra. E no está interesada". L18084, Colección Mary Baker Eddy.

También es útil tener en cuenta que en 1917, una Junta Directiva de la Christian Science, compuesta por cinco personas que habían servido directamente a las órdenes de la Sra. Eddy, decidió demoler "Pleasant View", en Concord, New Hampshire, que fue la casa que ella realmente amó.

Un paso importante

Todos comprendemos que ni una sola herramienta de carpintero, ni una sola hebra de vestimenta he quedado de Cristo Jesús. No obstante, su vida y enseñanzas son lo más fundamental en la tierra hoy en día. Si para el próximo milenio no permanece ningún objeto de la carrera humana de nuestra Guía, sus enseñanzas y el propósito de su vida seguirán resonando en los corazones humanos hasta que sean espiritualmente entendidos e interpretados.

Queridos amigos y colegas en la Causa más importante de la tierra, queremos alentarlos a que se unan a nosotros y en oración consideren esta pregunta clave: Si el hecho es que en el futuro estos antiguos hogares no van a ser necesarios para la salvación, y no son necesarios ahora para la salvación de millones de personas en el mundo que jamás siquiera viajarán a Nueva Inglaterra, ¿pueden acaso ser o llegarán a ser alguna vez esenciales para el trabajo fundamental de esta Iglesia, que está tan inseparablemente unida a la espiritualidad pura que sustenta la curación cristiana?

Después de considerar detenidamente esta pregunta clave, hemos llegado a la conclusión de que el paso de mayor obediencia y progreso es vender los antiguos hogares de nuestra Guía en Lynn y Chestnut Hill. Ésta no ha sido una decisión fácil. Ha sido el resultado de un extenso período de reflexión y con tierna compasión por aquellos que sienten gran apego por las residencias. Los temas relacionados con el contenido de las mismas y otros objetos de la Sra. Eddy, serán resueltos paso a paso con el tiempo, conforme a las normas de conservación.

De acuerdo con lo establecido en la Escritura de Fideicomiso y el Manual de La Iglesia Madre, nunca se considerará la posibilidad de poner en venta los edificios de la Iglesia en la Plaza ni la residencia del Primer Lector en 385 Commonwealth Avenue, antiguo hogar de la Sra. Eddy.

Dejar todo por Cristo

La Sra. Eddy indicó que "No somos Científicos Cristianos hasta que no hayamos dejado todo por Cristo".Ciencia y Salud, pág. 192. ¿Es este acaso un llamado poco práctico? De ninguna manera. Ella nos asegura: "...quienquiera que ponga su todo terrenal sobre al altar de la Ciencia Divina, bebe ahora de la copa del Cristo y es dotado del espíritu y del poder de la curación cristiana". ibíd., pág. 55. Como Movimiento estamos despertando para dar pasos más activos en esta dirección. Durante el año pasado, por primera vez en décadas, han sido más los practicistas de la Christian Science que se anunciaron en The Christian Science Journal, que los que salieron de él.

Esperamos que haya más señales de progreso espiritual a medida que cada uno de nosotros sacrifique los estados materiales de pensamiento (y a veces las "cosas" que representan), y discierna más plenamente la enormidad que esta revelación de la Christian Science significa para cada persona y para el mundo. Dos de esas señales ciertamente serán "un gran renacimiento de mutuo amor, prosperidad y poder espiritual" Retrospección e Introspección, pág. 44. en nuestra Causa, y "una humanidad más elevada".Ciencia y Salud, pág. 571.

La Sra. Eddy percibió el perpetuo deseo que tiene la humanidad de alcanzar el bien, y su consciente intuición de que el bien es un derecho divino y universal. Escribió: "Esta era aspira por el Principio perfecto de las cosas..."Escritos Misceláneos, pág. 232. Y no dudó en afirmar que su descubrimiento, la Christian Science, era exactamente lo que la humanidad estaba buscando, estableciéndola con valor ante la humanidad como "la más grande y santa de todas las causas". Ella exhortó a sus seguidores a estar atentos al llamado de Dios y a responder con "devoción ferviente y... una consagración absoluta..." ibíd., pág. 177.

¿Acaso discernimos plenamente la enormidad de esta revelación de la Christian Science?

Sin duda, la Christian Science es grandiosa más allá de las palabras. Su soberanía fue otorgada por Dios Mismo, con autoridad y poder expresados a través de la auténtica curación mediante el Cristo. Es magnífica más allá de cualquier teología o institución creada por el hombre. Una vez más, la Sra. Eddy proclamó: "...la majestad de la Christian Science enseña la majestad del hombre".Miscellany, pág. 188. Su destino es circundar el globo y abrazar a todos los hombres, mujeres y niños con la curación espiritual genuina. Nuestra disposición de dejar todo por Cristo nos imbuye con el espíritu de grandeza que hace avanzar inmensurablemente el cumplimiento de este destino.

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