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PARA NIÑOS

Gracias Padre-Madre

Del número de noviembre de 2008 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un día comí demasiado y me dolía mucho el estómago. Me acosté y empecé a orar a Dios. Yo le pedí que me diera fuerzas, y en ese instante se me quitó el dolor. Cuando llegó mamá le conté y se alegró mucho.

Testimonio

Un dia en la noche estaba durmiendo de pronto me despertó un dolor de oídos muy fuerte; mi mama me leyó en la Biblia, el salmo. 91 que dice: ”El que hábita al abrigo del Altísimo moracá bajo la sombra del omnipotente, diré yo a Jehová esperanza mía y castillo mio mi Dios en Quien confiare:“ Tambien eramos la exposicion científica del se, y el dolor no se iba tenia - muncho temor; luego seguimos leyendo la Biblia en 1a Juan 4:18 ”en - el Amor no hay temor sino que el perfecto Amor hecho fuera el 4 temor;“ entonces el temor fué disminuyendo - el dolor también, entonces me dormí y cuando desperté estaba bien ya no tenia dolor y no volvi a tenerlo.


Una noche mi muela empezó a dolerme. Mi mamá no estaba, sólo papá, platicando con mis tías, y no quería que se preocupara. Decidí callar. Pero mi dolor era demasiado y recordé que en mi Escuela Dominical me enseñaron la Declaración Científica del Ser escrita por la Sra. Eddy. Me metí a mi cuarto a orar y Ilegó mamá, le dije y oramos juntas y el dolor desapareció.

Si hay fe, hay amor. Si hay amor, hay paz. Si hay paz, está Dios, y si está Dios no falta nada.

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