En celebración del Centenario de la Enfermería de la Ciencia Cristiana, El Heraldo entrevistó a de Pennsylvania, Estados Unidos, quien es enfermera de la Ciencia Cristiana y atiende a personas que están bajo tratamiento por medio de la oración. Hace más de 20 años que está listada en el Christian Science Journal y en El Heraldo.
¿Qué es la enfermería según la Ciencia Cristiana?
La labor del enfermero de la Ciencia Cristiana está muy bien delineada en el Manual de la Iglesia. Mary Baker Eddy escribió: "Un miembro de la Iglesia Madre que se acredite como enfermero o enfermera de la Ciencia Cristiana deberá tener un conocimiento demostrable de la práctica de la Ciencia Cristiana, comprender a fondo la sabiduría práctica necesaria respecto al cuarto del enfermo y que pueda cuidar bien del enfermo". Manual, pág. 49.
¿Qué quiere decir "comprender a fondo la sabiduría práctica"?
La sabiduría práctica es el conocimiento correcto de Dios que me permite hacer lo que es más apropiado en cada situación.
¿Cómo te preparas para realizar tu trabajo?
Yo diría que la piedra fundamental es la preparación espritual que uno tiene que desarrollar. Para lograrlo estudio a diario la Biblia, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras y otros escritos de Mary Baker Eddy. Esto me ayuda a tener un concepto más claro de la relación que existe entre Dios y yo.
Tu trabajo requiere un entrenamiento práctico, ¿no es asi?
Exacto. Porque no es lo mismo dar un baño a una persona de pie que dar un baño en la cama. Es decir, hay diferencias bastante importantes. Si ese entrenamiento se lleva a la práctica correctamente, uno puede desarrollar esas actividades de una forma muy simple.
¿Qué otras actividades incluye este cuidado del paciente?
Por ejemplo, poner vendajes, alimentar al paciente y preparar la comida de acuerdo con las necesidades de la persona. No es lo mismo preparar comida para alguien que tiene dientes postizos, que para alguien que carece de ciertos dientes. O sea que, tiene que haber siempre un constante discernimiento para hacer lo que es más adecuado para la situación específica.
Seguramente hay casos más desafiantes que otros.
Es cierto. Algunas veces las imágenes son desafiantes y es cuando se requiere de un estudio espiritual constante y profundo. El enfermero o enfermera de la Ciencia Cristiana, con gran confianza espiritual, puede enfrentar esos cuadros y confiar en que la curación será rápida. Es muy interesante la calidad de pensamiento que el enfermero trae a un hogar, porque si bien no está orando específicamente por esa persona, tiene la obligación de tener su pensamiento receptivo a la Verdad acerca del hombre creado a semejanza del Amor divino.
No hay nadie en el universo de Dios que no sea perfecto y completo.
¿Incluye alguna medicina esta enfermería?
Bueno, en el sentido convencional, no. No administramos ningún medicamento. Pero la verdadera medicina es la Mente divina que está siempre en acción, de modo que el enfermero pone su pensamiento en esa acción y lo practica.
Claro. La Verdad es el Dios perfecto que nos ha creado y nos mantiene perfectos, y al reconocer esa medicina espiritual que todos estamos tomando, se manifiesta humanamente y se produce la curación. ¿Has sido testigo de muchas curaciones?
He visto muchísimas curaciones que han sido realmente de gran inspiración. Por ejemplo, he visto curaciones de gente de más de 70 y 80 años que nadie pensaba que iban a sanar y se recuperaron perfectamente bien. También fui testigo de la curación de una persona que se quebró una pierna de forma bastante alarmante a la vista y le dijeron que quizás no podría caminar nunca más. Sin embargo, tuvo una curación excelente en un tiempo récord.
¿Hay alguna curación en particular que te gustaría comentar más en detalle?
Hace un tiempo, me llamó una persona muy dedicada al estudio de la Ciencia Cristiana y me preguntó si podía asistirla. Hacía unas semanas que estaba orando a diario con un practicista de la Ciencia Cristiana debido que se le había producido una herida en el cuello y por el lugar en que se encontraba le resultaba muy difícil atenderse sola. Recuerdo que cuando estaba manejando mi coche yendo para su casa me vino muy claro al pensamiento que Dios es perfecto y que Sus hijos también lo son, porque cada uno de nosotros es el hijo y la hija de Dios. Él nos ama profunda e individualmente a cada uno.
Es una forma de oración.
Exacto. Eso que yo estaba percibiendo en ese momento fue mi preparación espiritual. Cuando llegué, le saqué los vendajes y me di cuenta de que esta señora realmente necesitaba ayuda para atender esa condición. Entonces acordamos que la visitaría a diario, por unos días, mientras ella continuaba orando con un practicista.
¿Qué tipo de cuidado le brindabas?
Le cambiaba los vendajes, me aseguraba de que todo estuviera muy limpio y lo cubría bien. De ese modo esta persona podía ponerse un suéter sin ningún problema, y me aseguraba de que en la noche su almohada estuviera cubierta. Unos cuatro o cinco días más tarde, iba de camino a verla y pensé en qué oportunidad tan buena era ésta para ser testigos de una curación, puesto que esta señora estaba orando sinceramente y se sentía muy tranquila y agradecida. Esto es algo que he observado por muchos años, la importancia que tiene la gratitud en la curación; la gratitud por lo que tenemos y por todas la posibilidades que se nos presentan a diario.
Entonces, me vino bien claro al pensamiento una vez más, que no hay nadie en el universo de Dios que no sea perfecto y completo, sino que tenemos todo lo necesario, en perfecto orden, en línea con el Principio divino que estamos aplicando a diario. El pensamiento fue muy insistente, y me quedé pensando en esas ideas. Llegué a la casa, preparé todo para atenderla y cuando saqué el vendaje no había absolutamente nada. No había quedado rastro de la lesión, tanto que no podría decir en qué parte del cuello tuvo lugar.
Las dos estábamos llenas de regocijo, y ella tenía mucha gratitud. Pero la actitud de esta señora fue totalmente normal, ella sabía en su corazón que la curación era el único resultado posible.
Hasta ahora hemos hablado de lo que hacen los enfermeros de la Ciencia Cristiana. ¿Puedes decirnos brevemente lo que no hacen?
Hay varias cosas, pero quizás una de las más importantes es que no diagnosticamos. No administramos ningún tipo de medicamento. Nuestra misión es mantener nuestro pensamiento firmemente en la certeza de que Dios gobierna cada situación. El enfermero tampoco se inmiscuye en las decisiones y opiniones del paciente ni de la familia.
Hace muchos años que realizas este trabajo, ¿sientes que has crecido espiritualmente, que te has fortalecido?
Esta actividad es muy especial para mí porque me obliga a mantener siempre presente la estrecha relación que tengo con Dios, y ese conocimiento está avanzando continuamente. Esta labor siempre trae progreso espiritual y curación. Me mantiene activa y sé que la respuesta a toda situación que tengo que enfrentar no es física, sino que radica en la comprensión que tengo de que Dios gobierna mi vida y la vida de todos los demás.
