Para muchos que enfrentan hoy los desafíos propios de una economía global inestable, con todas sus incertidumbres y demandas personales, familiares y laborales, la idea de que se pueda vivir libre de estrés quizás parezca una utopía.
Pero ¿qué ocurriría si este mundo súper estresado fuera en realidad un sueño? ¿Y si en medio de todas estas presiones y exigencias existiera una realidad viviente llamada Paz; una calma y una armonía inquebrantables creadas por Dios? Me refiero a una paz que nadie tiene que inventar; simplemente existe, y es lo único que existe. Dios creó la vida para que fuera en paz, una vida totalmente espiritual que la Ciencia Cristiana revela y pone a nuestro alcance.
Haga una pausa y piense por un momento en esa posibilidad; piense en lo que significaría para su vida y la de sus seres queridos, descubrir esa calma sagrada y vivir en ella. Piense en lo que significaría para su salud y todo lo relacionado con ella; en lo que podría hacer para tranquilizar las aguas económicas, políticas y sociales del mundo.
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